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sábado, 29 de diciembre de 2012

Quiero hacer el amor - I -


   Triste apareciste. Cansada de un día sin sentido y sin emoción, todo te seguía siendo monotonía de la que apacigua al más divertido ser...
En nuestro primer encuentro, tras unas palabras, lo que pronunció tu boca fue : "quiero que hagamos el amor". Inmediatamente contesté que si; que me apetecía mucho estar entre tus brazos y darte todo mi calor de hombre, mi cariño, mi consuelo y ese frenesí que nos haría sentirnos liberados de los pesares del día y de muchas más cosas. Mi amor te regaría todo el cuerpo para que sintiese que el día no concluía en la más absurda apatía.
Tu vida era todos los días igual... la familia, el trabajo, cocina, casa...las sonrisas sin saborearlas y practicar sexo con alguien que no te hacía sentir lo que requerías. Todas las fantasías se te habían ido.
- Tengo un lugar que igual te gusta y es una zona muy tranquila ó ¿ Tienes tú un lugar concreto donde contarnos nuestras tristezas ? -
Aquel lugar fue siendo nuestro secreto, la intimidad y encuentros tanto sexuales como compartir palabras. Estaba cargado de pasión. Lo disfrutábamos algunos días a la semana; era dónde nos encontrábamos relajados y felices. Entre esas cuatro paredes nos regocijábamos de un sentimiento mutuo. Esos instantes te hacía convertirte en una mujer deseosa de placer y alejarte de una convivencia que , por momentos, no deseabas. Al llegar a casa te sentías con más edad de la que tenías realmente.
   La relación con tu marido no pasaba por los mejores momentos ... El amor se había perdido para convertir la vida diurna en continuas discusiones. Ni amor, ni sexo, ni relación...nada encontrabas en aquel hombre que tenía a su lado por las noches en la cama. Así tu tristeza iba aumentando a pasos muy continuos.
   Estabas en aquel bar en el que solías tomar café por las tardes antes de ir a recoger a sus hijos del colegio.  Yo te miraba y notaba tu tristeza por tu forma de tomar el café y dar la calada al cigarro pues la desgana se notaba a la legua. De pronto te dije: - ¡ Perdona, tienes fuego !- Con insignificancia y sin mencionar palabra, me diste tu mechero . Encendí mi cigarro y te dije : ¡ gracias !. Seguía sin mencionar palabra pero cuando me iba , me llamaste :-¡ Perdona , no he estado correcta !, ¿ Quieres tomar un café conmigo ?, - ¡ Tengo ganas de hablar y no sé en cual depositar mi tristeza !.
- ¡ Ya somos dos entonces porque ya he dicho que no iré al casa por motivos de trabajo !-
- Después del café quiero que hagamos el amor -. Mi respuesta fue sin premeditación y sustentando el deseo de copular con una bellisima mujer.

continuará...

sábado, 22 de diciembre de 2012

La nueva conquista - y II -


   Con gran maestría, fue desnudando a su joven presa de placer. Ella no paraba de contemplarlo con la mirada fija en aquel torso varonil digno de Apolo.
Las caricias la estaban desbordando hacia un estado morboso, le hacían sentirse embriagada de amor, sus besos alentaban todos los poros de su bellísimo cuerpo y , ante aquel fuego impetuoso y agradable que le recorría por su interior, se sentía saciar una parte de lo que deseaba. La lengua juguetona de su nuevo amante rozó la piel de su sexo y se estremeció de gusto… los cuerpos desnudos se fundían en un momento de sentimiento apasionado.
   El estremecimiento fue en aumento cuando sus dedos se incrustaron en su vagina. Su lengua lamia su clítoris y sus dedos se adentraban en su vulva….
- ¡ Sigue, sigue… me gusta . Me vas a matar de gusto !. - Susurraba con los ojos cerrados.
   Ella iba sintiendo como su orgasmos iba caminando por su adentro con la única intención de satisfacerla. Sin mencionar palabra se giró para meterse el pene de su chico en la boca… no deseaba que sólo ella sintiese placer . Allí estaban ambos como un juego muy placentero. Una postura elegante ante los ojos del fuego seductor que salía por ambos cuerpos.
El orgasmo caminaba ya muy aprisa por todo su cuerpo excitado…
   El hombre se giró. Buscó los labios de aquella fuente excitada y besó nuevamente la boca humedecida de la joven. Al mismo tiempo, con un sigiloso movimiento, le abrió las piernas. Introdujo su pene en aquel delirante sexo de amor y ambos sucumbieron a los espasmos del gusto mutuamente encontrado. Sus movimientos eran lentos por momentos. Cuando aceleraba, le proporcionaba sensibilidades que le provocaba gemidos descontrolados acompañados de gritos por la profundidad que alcanzaba en su vagina humedecida. Era recorre todo un firmamento de explosiones sexuales en su cuerpo. Los gemidos de ambos invadían la casa, el frenesí llegaba al calor…
Quiso cerrar un poco las piernas pero el hombre la volcó para contemplar su culo. Nuevamente le abrió las piernas. Tanto su vagina como su orificio anal estaban radiantes por recibir placer.
   El se postró encima de ella, y tendidos, gozaban como animales sedientos de amor. Encontrados en lo pretendido, disfrutaban del sexo. Ambos estaban entregados dando todo cuanto anhelaban...La joven emitía gemidos pero encontraba en ellos el orgasmo deseado…Lo mismo recibía el imponente miembros por su vagina que por su ano. Cada penetración la volvía loca. Su sumisión era una entrega absoluta. Era lo que deseaba desde que le presentaron a aquel joven... Sus manos estremecían el cuerpo de ella. Una le tocaba los pechos y otra se adentraba en su vulva mientras era penetrada por detrás. Notaba como eran tres corrientes sexuales que le recorrían su piel. Era un baño de excitación lo que estaba recibiendo. Sus latidos se descontrolaban y sentía como su corazón vibraba con pasión.
   El hombre no contuvo más su frenéticos movimientos y se corrió en el culo de la joven. El líquido seminal le ardía en su espalda, unque él , sin apenas fuerzas, seguía moviendo sus hábiles dedos en el coño de la joven. En un gemido intenso encontró ella su orgasmo deseado. Le corría unas gotas por su vagina que le produjo un éxtasis inmaculado. Su encuentro había valido la pena.
Frente a frente, quedaron inmóviles. En sus miradas y ,sin mencionar palabra, encontraron la satisfacción de haber pasado unos momentos maravillosos.

jueves, 20 de diciembre de 2012

Una nueva conquista I


   Sentaba en aquel amplio sofá, esperaba a su acompañante. Invadida por el deleite de la música se dejaba evadir con la vista puesta en aquel hombre que hacía poco había conocido tras un choque fortuito. Como cosas del destino, allí estaba en su casa cuando , después de la ultima decepción, se había dicho que nadie volvería a entran en su cama. Era como un sueño tan perfecto que su excitación iba aumentando a cada segundo que pasaba. Su nuevo amigo iba preparando dos copas para hacer del encuentro un certero camino de amistad o de lo que se presentase.
   Al estar de pie junto a la barra del bar que tenía en casa, lo imaginaba completamente desnudo, con su pene entre sus piernas, no erecto, pero si con esa densidad suficiente para complacer a cualquier mujer... lo miraba de arriba abajo. El se sentía observado. Algo que le estaba produciendo sonrojo y alterando la calma de su pene. Ella, sentada sin moverse, tuvo la tentación de ir a su encuentro y saborear toda su boca, todo el esplendor de su cuerpo y hacer el amor en aquella barra americana.
   La realidad la bajó de aquel pensamiento que la había cubierto de lujuria. Con solo mirarlo, ya notaba su intimidad sexual con un principio de humedad pues mientras el preparaba las copas, su mano no había cesado de acariciar su entrepierna. El gusto le florecía ya que no llevaba tanga ni braguitas puestas.

¡ Ten una deliciosa copa de mi creación …Estaba exquisito !.
 
   Tenía sed y de un trago se lo bebió sin mencionar palabra alguna. El quedó estupefacto pues era un cóctel dulce pero con alcohol. El trago fue acalorando la garganta hacia abajo. La sensación del fuego le fue cubriendo. Unas risas hicieron del momento algo más apetecible el encuentro. Su falda estaba un poco levantada lo que hacía ver unas piernas preciosas.. El hombre ante la mirada indiscreta de la chica le acarició la cara, y, a continuación, sin decir nada, la besó. La emoción misteriosa les fue cubriendo. Se separaron, aunque no emitieron palabra alguna. Las miradas lo decían todo. Tras una pausa, ya no era solo un beso, era un conjunto pleno que los hacía llevar a un estado extenuante. Las lenguas de ambos se buscaban para así absorber todo el placer en el cual estaban envueltos e iba fortaleciendo esos instantes. La separación sobrecogió a ella. Con su dedo puesto en la boca en señal de que no dijese nada, la incitó a que lo acompañase.

- ¡ Ven y cierra los ojos. Confía en mí, no te haré daño !–
 La joven se entusiasmó y obedeció. Le gustaba esa excitación que producían los juegos de misterio en cuanto a descubrir cosas nuevas en el sexo siempre que no fuese algo perverso ni de pervertido.
La sentó en unos grandes cojines que ella tenía y  la colocó en la pared contigua a una chimenea que hacia el deleite de aquel lugar. El calor corporal se le iba subiendo fruto de la incertidumbre, de la seducción y de cuanto fuese a hacerle aquel tipo. Sentía el cuerpo con los músculos tensos, la piel vibrante y sus pechos más crecidos que nunca, sus pezones estaban deseosos de ser lamidos . Sentía como el juego de aquel hombre le excitaba todo su cuerpo. La música se volvía cada vez más afrodisíaca por la sensualidad que mostraba.
Un estremecimiento le estremeció su piel. Unas malos suaves subían por sus piernas para arriba. Su sexo emergía en calor, mucho calor…. Sin más dilaciones, una mano invadió su vagina . El quejido no se hizo esperar. Comenzaba a ser acariciada por lo que tanto había deseado mientras preparaba las copas. Dos dedos penetraron en su interior. Del quejido se pasó a relamerse los labios.
Su suspiro fue un susurro de pasión. Por su cuerpo corría unas sensaciones innombrables y deseaba que sus pechos fueran lamidos por aquella boca sensual . No deseaba abandonar aquella masturbación que le estaba provocando. Él, puso su boca en la boca de la joven y la besó apasionadamente. El juego de sus lenguas la llevaba a claudicar a cuánto quisiera hacer. El sabor era maravilloso, Su aliento un baño de placer. Quería tener para ella toda aquella saliva.... se derretía sin más contemplaciones.
   Con un cauteloso gesto, se separo de los labios de su entregada acompañante.El dejó su boca para llevar su lengua a los lóbulos y darle bocados suaves que la volvieron loca. El éxtasis la llevaba a no dejar de acariciarlo…. En ese instante le susurró: - ¡ Abre los ojos , mi amor ¡ -

continuará...

domingo, 16 de diciembre de 2012

SUSURROS DE PLACER


.
Las asmáticas: Son las que durante el acto de amor solo se escucha, "ahhhh, ahhhh!, ahhhh", parece como si les fuera a dar un ataque de asma.

Las matemáticas: Son fáciles de reconocer, ya que suelen repetir en la cama: "MAS, MAS!, MAS!!"...

Las piñateras: Son aquellas quienes durante todo el acto amoroso, (entre ahogos, jadeos y suspiros) sólo exclaman: "Dale! Dale!", "Más duro!, Dale, Dale!" como si usted estuviera en una fiesta infantil dándole palo a una piñata.

Las religiosas: Hablan poco al principio y durante el acto, pero al momento de alcanzar el éxtasis exclaman frases tales como,"Oh Dios", "Ay, San Gonzalo, que buen palo", "San Benito, que buen pito".

Las maestras: Te dicen cuándo, cómo, por dónde... y con una voz pastosa suelen decir frases como: Esssoo es!!! derechiiito, con cuidadiiito, bieeen, muy bieeen, así eees!... por lo general terminan gritando: así!, así!, asííí!.

Las exigentes: Son las que suelen decir: ¡Dame mas!, ¡Dame mas! ¡Damelo toodooo!

Las asesinas: Viven repitiendo: Si me lo sacas te mato!!! Si me lo sacas te mato!!!

Las preguntonas: Las que primero te gritan ¡Haaay, me matas! y luego te preguntan ¡Cuanto te dieron por matarme! ¿¡Cuanto te dieron por matarme!?


Las que regresan: Aquellas que suelen repetir... me vengo!!!, me vengo!!!

Las sensitivas: Las que se la pasan preguntando o diciendo... ¿me sientes?, ¿me sientes? o... como te sieeento! como te sieeento!!

Las hijitas: Las que te dicen... ¡Así papá! ¡Asípapá! ¡Papiiito!

Las mudas: Son las que empiezan haciendo mmmmm!, mmmmm! y despues siguen con mmj!, mmj! mmj! y terminan con agh, agh!, agh!!, agh!!! como queriendo decir algo, pero como no pueden articular palabra.

Las exorcistas: Estas por lo general son gritonas y hacen como si trajesen un dulce en la boca, pero su principal característica es que voltean los ojos al revés!

Las verduleras: Serían las que se la pasan diciendo: que lindo pepino tienes, como disfruto tu plátano, quieres mi papaya!?

Las vulgarcitas: Se distinguen por su lenguaje soez, corriente y vulgar, les gusta decir: ¡chingame! ¡Si, chingame cabrón, me gusta como me cojes!

Las pinches: Estas mujeres son las que se hacen de la boca chiquita y te piden... Nomás la puntita, Nomás la puntita! y terminan diciendo Ayyy cabrooón!!.

La chiiinga tu madre: El nombre a esta clasificación se origina por lo que decimos nosotros, y esto se debe a que cuando, tú buena onda, las dejas que terminen primero (varias veces por supuesto) y cuando tú estas por llegar oyes la pinche frasesita... "No te vaya a venir adentro"

jueves, 13 de diciembre de 2012

Te quiero



Te miro y siento como reluces en la mañana. 
Tu cuerpo calmado por los delirios de la noche
 reposa en tu cama lleno de un gozo enriquecedor. 
Aun se reflejan los besos en tus senos y la señal de mi lengua en tu cuerpo. 
¡ Qué ímpetu mostraste en esta noche ardiente !.
Excitado me sentía al abrir mis ojos. Excitado y deseoso 
de hacerte el amor, pero ver tu cuerpo desnudo es correrse de gusto. 
En tu desnudes, se encuentra la excitación, 
se sufre los espasmos y los suspiros, los gemidos silenciosos y el placer. 
Verte como te veo 
con tus pechos rozando la sábana ,me hace desear besarte
pues mi pene se pone grande tan solo con mirarlos. 
Tus pezones se notan erguidos y alentando a ser lamidos...
pongo mi mirada hacia tu entrepierna y tu vagina se abre de par en par 
como deseando volver a disfrutar de una noche que nos supo a iluminación. 
Ahora te veo despertar y con tu beso quieres iniciar lo que dejamos 
cuando nuestros cuerpos 
cayeron sucumbidos por las corridas de nuestras intimidades...
¡ te quiero !. 

sábado, 8 de diciembre de 2012

Era tan bonita...

Desperté en la noche tras un escalofrío en mi cuerpo desnudo. Sin embargo, allí seguía ella con la belleza aglutinando todo el reflejo de la luna y sin notar esa brisa que yo había percibido. Notaba su calmada respiración en mi cara...era una impresión tan maravillosa que valía la pena contemplarla.
Tras mirar su cara, no pude contenerme en ver todo el esplendor de su desnudez...¡ era todo un sueño mirarla !. La hermosura de sus pechos dieron la tentación de acariciarlos. Cada caricia acontecía con una combinación de ternura y placer furtivo. Con el dedo indice rodeaba el pezón que a las dos caricias se fue irguiendo. Estaba duro. Mi deseo era lamerlo aunque no quería que despertase de aquel magnifico sueño que la cubría.
   El roce clandestino de mi lengua en su piel llevó a un apretón inconsciente. Ella se tambaleo. Se giró con un susurro sin angustia. Abocada a un éxtasis penetrante; el suspiro no se demoró. En ese estremecimiento, mi deseo no se contuvo e inmediatamente mi boca succionó aquel maravilloso pecho. Tiraba de los pezones tanto con mis labios como con los dedos para seguidamente mordisquearlos suavemente.

   Ella comenzó a moverse aunque sin abrir los ojos. La notaba como si aquello que le estaba sucediendo fuese producto de un sueño erótico.

    Su instinto sexual la iba llevando a querer más de aquella agradable sensación que estaba recibiendo. El flujo le emergía fruto de mi boca incansable en su pecho y de una mano calurosa que exploraba aquella vagina ya ardiente. Quería conducirla a un desbordamiento de amor donde sucumbiese a un cauce descontrolado de placer. ¡ Estaba tan bonita que me sentía enamorado de ella !
   Con sus movimientos, se le notaba conducida a un impetuoso estado donde le comenzaba a vibrar todo su interior nuevamente...la respiración fue dejando de ser normal para alterarse sucesivamente hacía unos primerizos gemidos  que verificaban que ya era consciente de la realidad. Se regocijaba en la alteración, notaba como su piel se volvía sedosa, como estaba siendo sometida a una perturbación por las zonas sexuales de su cuerpo. Se encontraba exultante en esos momentos...
   Sin contemplaciones, ella , con sus manos, atrajo poderosamente mi cabeza a sus labios. El beso nos hizo estremecer. Su lengua recorría mi boca, el juego bucal hacía hallar una explosión maravillosa. Mientras, mis dedos penetraban hacia el interior de su sexo.
 
   Fue el momento que su estremecimiento la hizo abrir los ojos. Nos miramos lentamente. Una tenue sonrisa nos acogió. Toda aquella muestra de cariño sería el camino al pletórico amor del cual estábamos disfrutando desde el día anterior.
 
   Una marea jugosa nos condujo rápidamente a vernos inmersos en el juego sensual y sexual que requerían nuestros cuerpos al amparo de los rayos de luz que entraban por la ventana.
Dirigí mis labios a sus senos. No podía dejar de pensar en ellos a cada momento por su belleza... Iba de uno a otro sin detención ninguna. La calma se fue perdiendo y me sentía poseído por aquella fantasía femenina que eufórico me tenía. Su embrujo me cautivó desde días previos y aún no podía saciarme de él lo que me llevaba a poseerla a cada momento.
   Su vagina ya estaba acalorada con una humedad intensa . Con la reanudación de la pertinaz masturbación de mis dedos, sufría un descontrol y unas convulsiones que la llevaban a querer ser penetrada sin más preámbulos. Mi pene erguido esperaba su turno.
   Abrió los ojos nuevamente. De su boca las palabras resonaron llenando mi corazón de pleno cariño. Sus manos agarraron mi cabeza para besar unos labios que la deseaban. El beso albergaba todo lo que quería recibir en ese instante. Estaba a su merced. En sus ojos notaba la excitación, así lo decía también su pelo alborotado. Ahora, las miradas se paralizaron fijamente pero su mano recorría mi pecho encaminando su suavidad hacia mi sexo. Lo agarró y lo introdujo en su vagina. El fuego que desprendía hizo alterar mi sangre desde pies a cabeza. La esencia de aquella mujer me tenía en una osadía lujuriosa.
   Con los primeros movimientos, la erección fue floreciendo. Ella iba notando como algo duro se habría paso en su interior. Lo notaba erecto, fuerte, desgarrador pero no quería precipitarse. Suaves contoneos era su dedicación junto a sus besos en mi cara, el cuello ; sensaciones que me deleitaban. Sus dedos estiraba mis pezones para después chuparlos ininterrumpidamente...volvía a estar en sus manos, en su sutileza, en el sublime poder de su belleza.
   Tras unos preliminares movimientos, su gozo fue aumentando hasta ingerir más rapidez a sus acciones. Ahora mis gemidos salían por mi boca. El gusto llenaba todo mi cuerpo...con la intensidad no pude contenerme y un fuerte abrazo nos sumió en el orgasmo requerido. Le di un beso. Ella lo recibió con grato placer y allí quedamos con las miradas encontradas esperando los primeros rayos de luz que nos dijese que el nuevo día había llegado.
 

domingo, 2 de diciembre de 2012

El juego sexual le apetecía...


   Se sentía vulnerable a los estímulos, su respiración se alteraba debido a las caricias de aquel desconocido. Sucumbía a un estado alentador, maravilloso, repleto de regocijo y en su entrepierna, la agitación más perseverante, la transportaba a intensos suspiros pasionales. El recorrido de aquellas manos por su espalda provocaba un descontrol de emociones; estaba sumergida en un mundo de satisfacción donde su deseo era tener sexo con aquella joya que había encontrado...
 ¡ Si, aquel si era ese hombre que la hacía sentir extasiada. Su juego sexual le apetecía ! .
Sus yemas de los dedos le administraban una vibración sutil al contacto con su piel. Notaba un escalofrío que le sabía a embriaguez sexual y los besos de esa boca la embadurnaba de una tensión en toda su desnudez. ¿ Por qué no lo habría encontrado antes ?
   Esas arrebatadoras manos, que suavemente propinaban una delicia inusual, fueron encaminando su ternura hacía los glúteos de ella. El se detuvo. En ese instante quiso contemplar toda la belleza de una piel perfecta , seductora, un jardín donde perderse...¡ suspiraba ! Su pensamiento estaba puesto en cuanto deseaba hacer con aquella mujer que estaba sumisa a su deseo.
Aquel insinuante trasero no se detenía en los movimientos. Quería ser manoseado combinando intensidad y dulzura. Unas palmaditas la hicieron gritar y la llenaron de gusto. Al girarse, sus ojos expresaron que deseaba más de aquella clase de caricias. Su mirada incitaba a que siguiese . Esa acción estimulante le había provocado una vibración por todo el cuerpo y necesitaba más de lo mismo. Sus pezones comenzaron a estar erguidos...¡ quería más, mucho más !.
   El pequeño dolor continuado la agitaba, le producía punzadas en sus labios vaginales, su clítoris estallaba en una humedad desorbitada...¿ Cómo conseguía hacerle llegar a ese momento frenético con solo caricias y aquellas palmadas en su trasero ?. En sus deliberaciones no se paraba mucho, puesto que estaba con todos los sentidos en lo próximo que le fuese a entregar.
   En aquella posición, una mano se fue deslizando en busca de su vagina. Cada caricia era una sensación sobrecogedora y su corazón parecía que se le iba a salir fruto del diluvio placentero al que estaba siendo sometida. Las sensaciones fueron incrementándose, corrían como la sangre de su interior. Seguidamente, sus  incipientes dedos penetraron en su vagina. Fue algo estremecedor. Frunció la cara con un repentino cerrar de ojos e instintivamente cerró las piernas. Por su piel corría un calor que la tenía desplomada en la cama. Un jugoso estado que le daba emociones indescriptibles. No podía contenerse y los gemidos, así lo hacían ver...La mano masculina estaba atrapada en su vagina aunque ella no quería que fuese a salir del lugar que se encontraba.
   Mientras más impulsivos eran las penetraciones de los dedos, más intensos se volvían los gemidos. Por un momento paró su ímpetu  Abrió la chica los ojos y las miradas se cruzaron. Una sonrisa los acogió. Estaban  con esa calma que da el amor.
   Lentamente se acercó a ella, besó su boca y con la lengua fue humedeciendo sigilosamente unos labios que  poseían el ansia de no querer separarse de ellos. El notaba como su mano estaba mojada debido al flujo femenino. Había provocado la excitación  a su compañera y era un volcán en erupción.
   Ahora , con su boca puesta en los pechos, hacia que la lengua trazase espirales desde los pezones hacia fuera. La respiración de ella comenzó a alterarse. Emitía un aliento caliente como si por la boca saliese el fuego intrínseco. El placer volvía a su estado ardiente. Las extremidades no recibían fuerza alguna. Todo estaba concentrado en su vagina y en los pechos. La seducción la iba notando sin apresuramiento. Cada momento era administrado con la intensidad precisa para alcanzar el orgasmo requerido...

lunes, 26 de noviembre de 2012

¡ Ven, quiero amarte hasta el amanecer !.

¡ Llévame hacia ese gesto impulsivo de tu boca !. 
Es la satisfacción que me aborda, la que hace 
que note como un calor excitante recorre cada palmo de mi adentro .
Tengo tan alterada la sangre que provoca estímulos e impulsos descontrolados. 
Sucumbo, con respiración entrecortada,
a las miradas de tus ojos y a tu cuerpo desnudo. 
¡Me relamo,,,Deseo comerte esos pechos !.

Ahora tus latidos se aceleran con cuanta ternura da mi boca. 
Tus pezones están erguidos. Las caricias de mis labios
son masajes en tus senos perfectos.
Te siento sumisa a la plenitud que va alcanzando mi miembro.
Al mirarme das a conocer la pretensión de tu pensamiento
y yo quedo embriagado por la húmeda que debe perfilarse en tu sexo. 
¡Suspira, mi amor ! ¡ Llena tu cuerpo de mi !
 Haz que tu lengua humedezca esos labios que van cubriéndose de deseos 
por besar mi boca y enredarse en mi pecho. 
Tu mirada hazla que se desdoble en el placer. Que arda dentro de ti 
un fuego lujurioso para que traslade tu osadía en mi desnudez.
Tu lengua que se rocíe por la piel de este, tu hombre, 
tu amor, tu pasión y tu fruta apetitosa...
  
De manera cautelosa, cubriré tu torso desnudo con mis caricias 
en la búsqueda de propinar una sublime ternura que te haga
albergar la seducción más apetitosa y halagadora. 
Cuando sientas deslizarse sigilosamente mis yemas de los dedos 
por tu pecho, besaré tu boca. Quiero quedar desbordado
por tu belleza y el aroma que te cubre.

 ¡ Qué ansioso estremecimiento 
me dan tus manos camino de mi miembro ! 
¡ Me gusta tu determinación !¡Eres impulsiva y maravillosa !
¡ Estoy a tu merced. Quiero que me masturbes pacientemente! . 
Tus gestos faciales delatan las sensaciones más frenéticas.  
Quiero penetrar en tu cuerpo y sentir la llamarada perturbadora 
que se engendra en tu sexo. 
¡ Ven, seduce mis ojos, mi boca, mi pene!
¡Hazlo como solo tu sabes !.
Hagamos el amor engalanados en esos movimientos apropiados para alcanzar
 los orgasmos preliminares que nos llegarán a los recíprocos deseos esta noche.
¡ Dame tus suspiros, quejidos y gritos de placer !
Es alentador escucharte emitir los sonidos sexuales que sale de tu cuerpo.
¡ Ven, quiero amarte hasta el amanecer !.

SOLOS TU Y YO...


Noches blancas de amor
solos estamos tu y yo
en la oscura habitación
y mis manos recorren
tu cuerpo amor
Somos el bien y el mal
no pensamos que hay un final
nos besamos y es todo pasion
eres mi sueño de amor
Haciendo el amor junto a ti
libres seremos los dos
haciendo el amor tu y yo
sin tregua ni miedo al pudor
Quiero besarte otra vez
que tu boca me dé el placer
que tus besos no acaben jamas
que nos duren hasta envejecer

LETRA. MEDINA AZAHARA. SOLOS TU Y YO.

martes, 20 de noviembre de 2012

¡ Mírame !


! Mírame !
Hazme amarrar a tus seductores ojos 
que llaman a la puerta de mi deseo.
Con esa mirada impulsiva, descríbeme los caminos sexuales
a los cuales quiero llegar despacio, lentamente...como si fuesen
un constante frenesí donde sea esclavo de tus emotivas sensaciones.
Anhelo sentir la humedad excitante
que desprende tu vagina ardiente cuando estoy
 cerca de ti.
El ímpetu de mi sexo se desborda 
con la elevación pronunciada hasta descontrolar
cada neurona de mi mente.
¡ Miro tus pechos y ya no puedo contenerme !.
Esa obsesión atractiva de querer estar dentro de ti
hace que tus labios me llamen a tu desnudez.
Con esa sonrisa atrayente inculcas en mi cuerpo el fuego 
que radica en tu piel ,y es tan alto grado de pasión,
que me haces alcanzar la cúspide del amor.
Esta provocación en la distancia
a la que soy sometido, me hace recorrer 
cada palmo de tu belleza
y expirar en tu desnudo pecho.
Soy esclavo de  la lentitud de tus besos en mis labios
mientras tus manos propinan una estimulante caricia abdomen abajo.
En tus manos dejo mi miembro, 
me dejo llevar por tu boca que desea tenerlo dentro...
a cada mamada, noto el estímulo que me rocía todo mi cuerpo
y no quiero que te vayas de mi lado.
¡ Hagamos el amor sin más preámbulos !
Demos desorden a nuestras pasiones cuando estemos
cuerpo a cuerpo completamente desnudos
e inundando nuestra piel de orgasmos requeridos.
Desfallecer ante tus suspiros es lo que radica en mi pensamiento
porque estoy ensimismado en cada movimiento
que tu cuerpo provoca.
Te mueves con tal armonía que me siento
poseído e inmerso en cuanto tu quieras.
¡ Soy tu esclavo de amor !
Quiero llenarme de tu orgasmo y yacer en tu cama
hasta que nos abrace el amanecer.

sábado, 17 de noviembre de 2012

Buscando complacerse en la mañana - y III -

Ahora su mirada era pura insinuación. Se perdía en los ojos de su compañera al entrar en el baño. Estaban desnudas y sus cuerpos se acaramelaban en un intenso abrazo. Sus pezones estaban erguidos como incitando a que su boca los lamiese.
De pronto el agua la despertó de su ensueño, aunque no podía dejar de contemplar la hermosura de aquel amor que había encontrado hacía tan poco tiempo. Deseaba permanecer con ella a cada momento, quería poseerla, degustar todo su cuerpo en un abrazo que no tuviese fin.
   En el esbozo de una sonrisa, se le notaba la satisfacción a la que había sucumbido y la atracción física y moral que le provocaba estar con ella. Ella la protegía, la cuidaba, la mimaba...era la fortaleza que le hacía vivir.
Había venido a recogerla para que fuese su compañía en la mañana. Su voluntad era pasear juntas por el soleado día. Tal circunstancia la llenaba de amor puesto que daba un significado que no sólo pretendía el sexo cotidiano sino compartir todos los instantes del día.

- ¡ Me frotas la espalda y luego yo te ayudo !-

Sus palabras fueron como un eco. Le sonaron muy lejos porque ella estaba fascinada por aquella piel que hoy la veía más linda que días pasados.
Mientras posaba su mirada en aquel cuerpo espléndido, pensaba cuantas cosas desearía hacer a la vez. Ser un rocío de besos cada mañana era su deseo; ser la claridad del día y el ocaso del sol . Ser la respiración en la fatiga y su calma en la relajación...quería darle todos sus suspiros y amarla hasta el fin de los días. Había encontrado estabilidad en su vida a su lado. Ya precisaba ser una mujer centrada en su forma de pensar y no perderse en las camas de las conquistas nocturnas.
    Sus dedos se deslizaron con mimo por la espalda cubriéndola de una caricia interminable. La espuma se mezclaba entre sus manos. Bajaban hasta su cintura, se deslizaban hasta su entrepierna y llegaba hasta sus muslos...  Estas le servían de esponja. Su compañera no decía nada . El contacto con aquella piel le proyectaba en su interior un profundo calor. Le ardían las ganas de hacer el amor en el baño. No quería marcharse a ningún lado y si estar con ella para que nadie pudiese contemplar el aura angelical de aquella diosa de amor que era su equilibrio emocional.
Con ella deseaba jugar a los todos los juegos sexuales posibles. Alcanzar los orgasmos más delirantes que las llevasen hasta un prolongado frenesí. La mutua atracción las llevaría a caer rendidas en la cama. Anhelaba suministrarle todo el placer más dulce hasta conducirla a la agotamiento amoroso más alocado . Su empeño continuo era besarla, mostrarle que era la única que la quería de verdad... En su pensamiento se desvivía por ella. Estaba enamorada. El roce de ambos cuerpos le producía un descontrol con la subsiguiente pasión desorbitada.
Sentía celos hasta del agua que le corría por su espalda . No podía dejar de observarla porque estaba rendida a los encantos de su finura corporal.
La chica se giró. Su cuerpo ya no tenía espuma.
   Había pasado el tiempo y apenas lo había percibido. Se había perdido en el pensamiento de cuantas cosas haría con la sutileza de aquella preciosa mujer.

- ¡ Gira ese cuerpo tan maravilloso cariño, ahora te toca a ti. Quiero que seas la mujer mejor perfumada que pasea por la calle !-

Estaba siendo guiada a una grata expansión emotiva. Ahora las suaves manos de su pareja eran las que le propinaba un gusto muy placentero. Se deslizan por su cuello. Recorrían la cara.

-¡ No habrás la boca, te colará espuma. No es hora de hacer el amor y si irnos a pasear !-

A pesar de sus palabras, la besó.Una consternación la envolvió en un agasajo impresionante. Estaba entregada a cuanto quisiera hacerle. Su cuerpo estaba bañado en un halago con cada masaje que daba con la esponja y las manos tiernas como la piel de melocotón  Si por ella fuese sido no se irían a ningún lado. No podía contenerse y la miraba. En sus ojos se reflejaba tu deseo. Aquellos ojos sensuales se brindaban a un encuentro sexual antes de salir a la calle. El cuerpo le ardía.

- ¡ Mi amor, no me pongas ojitos, ni humedezcas tus labios ni te contonees cuando mis manos tocan tu trasero ni tu vagina. A nuestra vuelta haremos lo que desees. Tengo que hacer algunos recados y nos corre prisa !.

Después de las palabras que salieron por su boca, notó que había que irse rápido. Iba conociendo a aquella chica y no era persona de repetir mucho las cosas. Cuando tomaba una decisión, revocarlas era contradecirle y eso ya no le gustaba siempre que no tuviesen un sentido. Sus ganas de fornicar podían esperar a la vuelta.
   Unas vez vestidas se dispusieron a pasar un maravilloso día en la calle aunque ella deseaba que pasase cuanto antes mejor para sucumbir a los encantos de su dama cuando llegase la noche...

martes, 13 de noviembre de 2012

Buscando complacerse en la mañana II

  -  ¡¡ La señora no tiene ganas de levantarse hoy !!. -

La chica se había posicionado en la puerta de la habitación frente a ella. Con gestos insinuantes verificaba cuanto deseaba estar nuevamente a su lado allí en la cama. La contemplaba. Sabía que estaba llena de placer pues sus ojos tenían una mirada lasciva que los delataban. El olor en la habitación daba la sensación de haber estado floreciendo la lujuria recorriendo cada palmo de sus paredes.
Ella ponía los ojos en la entrepierna, en los pechos, en la boca...en su pelo enmarañado de su amada...Deseaba toda su desnudez. Su compañera la llamaba con los brazos extendidos a besarla, acariciarla, chuparle todo....a hacer el amor hasta sucumbir, como la noche anterior, a un orgasmo total.

Con sólo mirarla, ya le recorría un río de nerviosismo, de ímpetu ...de lujuria por todas partes de su cuerpo. Su vagina se alteraba. Notaba como sus pezones estaban estremecidos al contacto con la tela de la camisa que llevaba y como su vagina notaba la fricción del pantalón...no llevaba ropa interior lo que le provocaba unas emociones inigualables en su piel.
 Los movimientos seductores de su pareja la estaban llevando a una agitación tan agradable que no sabía si se podría contener. Estaba siendo sometida a una perturbación sexual plena. Los escalofríos le subían a pesar del calor que hacía pero estaba sobresaltada por como se había encontrado a su pareja y por cuantas insinuaciones le entregaba en ese momento.
 Cuando despertó para irse al trabajo no quiso desposeerla de aquel profundo sueño que tenía...estaba tan bonita con su cuerpo desnudo sin tapar que le entró ganas de no ir a trabajar. Prefirió dejarla dormir puesto que ella trabajaría  por la tarde.
A su vuelta, seguía allí tendida en la cama, pero ya despierta. Observarla era algo tan esplendido que no quería dejar pasar ese instante aunque tuviese prisa. Su piel estaba reluciente como el de una sirena. Unos ojos bonitos como el sol y ese pelo alocado, la hacía estar divina para besarla y hacerle el amor.
    Ya no pudo contenerse más. Se encaminó en su búsqueda con deseos de comerle esa boca que la llamaba dulcemente al encuentro. El beso se hizo eterno, algo maravilloso. Los labios se unieron con animo de no separarse hasta alcanzar el deleite anhelado. Lengua con lengua se iba produciendo un delicioso deseo mutuo. Las caricias se sucedían.  En el cuerpo desnudos se albergaba una pasión majestuosa y los besos se intensificaron ardientemente para complacer aquellos cuerpos que se amaban.
 La chica desnuda saboreaba la lengua de su pareja dentro de la boca  y en su mente se paseaba los momentos acontecidos tanto en la noche como los sucedidos antes de que ella llegase. Se decía que podía haber llegado antes. Juntas podían haber conseguido disfrutar más. Se sentirían abstraídas del tiempo y rebozando en el deleite sexual que las llevaría a quedarse en la cama todo el día. Hacer el amor con su pareja en la mañana la transportaba a los más felices confines sexuales. Ella la amaba. No le importaba estar en la cama hasta la noche degustando los placeres corporales y la dulzura que emanaban de la humedad del placer interior.
   Con una cachetada en el trasero desnudo la incitó a vestirse. Con sorpresa, la bajó de su pensamiento. Quería ir a pasear con ella e ir de compras además de arreglar varios asuntos. La otra gesticuló, no sólo por el abandono a la que era sometida cuando se estaba excitando de nuevo, sino también, por decirle que iban a ir de compras, cosa que no le gustaba.

- ¡ Venga mi perezosa, ponte ropa bonita , que hace un día exquisito para disfrutar del amor en la calle !-
La chica , sabiendo que su provocación la animaría, le susurró:
- Voy a bañarme mientras te pones la ropa o .... ¿ quieres bañarte conmigo ?-

Esta fue rápido al baño en un juego puro de niñas mimadas pero con más velocidad saltó su pareja hacía ella. Su acto fue de una manera tan veloz como si un depredador corriese tras su presa.
   Juntas en el baño se besaron nuevamente. Las manos acariciaban sus cabellos mientras sus lenguas se enredaban en la unión de sus labios. La chica desnuda fue desabrochando la camisa de su pareja. No llevaba sujetador lo que más pronto le llevó a posar sus manos en ambos pechos ya desnudos. Ahora era su lengua la que lamía un pezón a la vez que el otro pecho lo acariciaba unos dedos que se deslizaban con dulzura. Los primeros gemidos no se demoraron. Aquella inquietante lengua estaba haciéndola sucumbir a un fuego pasional. El perfume la estaba seduciendo.
Lamiendo el cuerpo sin camisa elevó sus dedos a los labios húmedos de su amante. Esta volvía a notar un olor intenso. Ese olor que había percibido al estar cuerpo a cuerpo la llevaba a deducir que había estado masturbándose antes de su llegada a la casa.
   
- Mi amor, ¿ con quién me has sido infiel está mañana ?-

La sonrisa recorría su boca mientras la chica desnuda cesó sus acometidas en los pechos y elevó su cabeza para estar frente a frente con ella.

- ¡ Sólo tu eres lo que más quiero y deseo !.

Sin más contemplaciones quitó los pantalones a su pareja y juntas se introdujeron en la ducha. Las caricias fueron placenteras. Los besos intensivos, provocadores, extenuantes...se fue creando una situación muy propicia para disfrutar de un baño magnifico. Ambas gustaban de hacer el amor en ese lugar...
 La chica que había llegado contuvo a la otra joven . Con un beso calmó los incesantes impulsos diciéndole que ya se había masturbado y había disfrutado pues su olor corporal así la delataba. La sonrisa picarona que le salía por su boca se clavaba en la mirada de la otra chia. Las carcajadas las unieron a ambas. Con un beso le comunicó que era hora de bañarse, vestirse y salir a pasear. A la vuelta harían el amor, pues ella deseaba  hacerlo pero tenía varios asuntos pendientes y también quería disfrutar junto a ella no solo en la cama.

martes, 6 de noviembre de 2012

Buscando complacerse en la mañana.

Se tomaba todo el tiempo posible en acariciar unos senos que estaban desnudos. Allí en su cama sola y sin esperanza de que alguien la ayudase a satisfacer su deseo, quería adentrarse en el deleite de la automasturbación.
Dirigió su mano hacía su pecho. Con dos dedos hacía círculos alrededor de su pezón para ir paulatinamente distanciándose  Sus yemas cálidas le iban llevando a estados sugestivos con cada espiral que hacía. Cerraba los ojos por sentirse elevada a un preliminar gustativo pleno.
Cada caricia dulce la hipnotizaba. La conducía a una especie de trance en burbujas que la llevaban a alterarse y notar como su cuerpo se dejaba llevar por los movimientos seductores de su mano. La conciencia se iba a una clandestinidad acompañada por intensos espasmos. Estaba sumergida en el comienzo de un estremecimiento absoluto.
Era hallar la fusión del gozo y el hallazgo de un entusiasmo absoluto. Sola estaba pero no iba a necesitar a nadie en ese momento para sentirse complacida pues su cuerpo precisaba de una gratificación sexual. Quería cubrirse de un manto orgásmico y alcanzar la cúspide de la excitación.
Se sucedían los minutos e iba avanzando el regocijo en su cuerpo. Cerraba nuevamente los ojos seguidos de un movimiento de cabeza. Estaba conmovida por los círculos en sus senos. Ya sus dos manos administraban unas intensas caricias, las cuales hacían trasladarla a la noche anterior cuando degustó el cuerpo de su pareja en un amor pletórico.
A cada momento recordado, se iba pellizcando los pezones. Se los estiraba sintiendo como la dureza le daba convulsiones inimaginables e inigualables. Poco a poco iba volviendo a conseguir el clímax anhelado. La sensualidad daba paso a la alteración del río de flujos sensoriales que recorría los poros de su piel. Cada roce de sus pezones culminaban en una excitación conmovedora. Estaba gozando sola como no lo había hecho hacía tiempo.
Las contracciones se sucedían. Le surgía un estremecimiento continuado. Sus mejillas se enrojecían situándola en un sonrojo sin moderación pues se sentía abrumada por su masaje y masturbación corporal. En su interior nada quedaba sin alterarse. Notaba como le temblaba desde los pies hasta la cabeza. Estaba sumisa . Inmersa en una situación propicia para adentrarse en un éxtasis pletórico con la humedad que iba consiguiendo en su parte más intima.
El abismo la tenía atrapada. Suspiraba, gemía, se contoneaba en la cama que iba cobrando calor...De su cuerpo fluía un fuego que la hacía retorcerse de placer. Era atrapada por impetuosos ataques de lujuria y por los delirios más emotivos.
Volvía a suspirar y hasta gritaba. Se sumía en el placer con una desorientación de la conciencia. La noción del tiempo la había perdido...
Ya notaba húmeda su vagina. Le hacía sentir que la continuada masturbación en su entrepierna sería la plenitud de su acto sexual. Ahora con una mano seguía tocándose un seno y con la otra acariciaba los labios vaginales profundizando a cada momento sus dedos en los más interno de su sexo. Se tocaba el clítoris y ya se volvía loca por el gusto encontrado...estaba hallando el orgasmo deseado en la mañana aunque su pareja no estuviese.
Abrió los ojos. Su mirada era pura seducción. Había conseguido ser sacudida por el placer ...era lo que ella había buscado allí tendida en la cama.
En ese momento escuchó el sonido de la puerta. Era su pareja que llegaba.

continuará.

jueves, 1 de noviembre de 2012

Tu piel, tu cuerpo, tus pechos, tu espalda....todo tu.

Atrapado en tu cuerpo me hallo. Te beso frente a frente y docilmente te giro para aferrarme a tu espalda. Interminables besos recorren la nuca . Te inquietas pues noto como se te eriza el bello de tu piel. Lentamente mi mano se eleva por tu torso con la plenitud de llegar al lóbulo de tu oreja. Te lo toco. Está suave y su blandura me hace no dejar de tenerlo entre mis dedos. Un gusto indescriptible cubre todo mi cuerpo. ¡ Algo innombrable recorre cada palmo de mi interior !
La otra mano coge el camino hacia tu pecho. Cierro los ojos. Huelo tu perfume y me siento ignotizado y pleno de embriaguez. Tu piel es exquisita como un sorbo de vino. Cuando comienzan las caricias en tu tetica, los pezones se elevan. Ahora cierras tu los ojos sintiendo el deleite en tu adentro . Lo estiro despacio, con suavidad, llenándonos de un placer inconmensurable.
Sigo besandote con los labios dispuestos hacia tu oreja; allí posare mis labios y arderemos en la provocación . En tu lobulo me detengo. Mi lengua recorre el perfil de tu oreja y muerdo el lóbulo. Suspiras y las palabras son una respiración entrecortada. Siente como se estremece cada hormona de tu desnudes , como te sobrecoge una pasión incontrolable que te hace desear ser poseida por mi amor enternecedor.
Al estar en contacto contigo, mi pecho nota como se estremece la piel de tu espalda y te abrazo para estar cuerpo a cuerpo percibiendo hasta los latidos de tu corazón.  El abrazo refrenda cuanto te quiero y la realidad de que hacer el amor contigo es más apetitoso que vivir.  Al abrazarte, cubro tus pechos ya exaltados. Las sensaciones que recibe, tanto por mi boca como por las yemas de mis dedos, desgarra tu entrepierna que va llenándose de ardientes deseos. Sientes escalofrios...
Se contraen tus músculos vaginales en contracciones serenas. Se van humedeciendo llamando a mis dedos para que entren en tu rajita placentera. ¡ Quiero que sientas el gozo como lo siento en mi interior !.
Tu manos dejan de servir de apoyo a tu cuerpo. Su disposición es ir en busca de mi pene. Al simple tacto de tu mano, florece como la flor en el día. Cada movimiento me descontrola. Tus caricias desencadenan una evocación lujuriosa. Se eleva sin contemplaciones. Cuando me masturbas tan ricamente, siento perder la razón y me adhiero a tu piel para pertenercer a ti. Es un arrrebato cubierto de un afecto que conlleva trasladarte mi fuego interior.
En tu contacto me emociono. Ahora soy yo quien sufre las contracciones que van desde mi ano hasta mi corazón. El toqueteo en mis testículos me baña de una satisfacción que me hace tener ganas de no separarme de tu amor.
Las multiples caricias recorren los cuerpos unidos en uno solo. Eso somos; la fusión de dos cuerpos ardientes y deseosos de sexo ... El placer mutuo nos conduce a los orgasmos preliminares desembocando en los espasmos intensivos  y , asi fundirnos en la seducción sexual más delirante. Empaparme en ti es lo que más desequilibra a mi razón. Ese chorro de ternura, de tibieza y la entrega solo la encuentro en tu cuerpo...Te deseo.

jueves, 25 de octubre de 2012

¡ Mirame. Quiero hacerte el amor !.


Con esos ojos seductores, enloqueces mi desnudez.
 La sumisión, taciturno suspiro de la noche,
recorre mi piel poro a poro. 
...y allí están tus ojos.

Quieren tonificar el calor que ya muestro.

Llevarme a estados de fascinación sensual.
 Tu piel, como mi refugio, da perfume a mi cuerpo
y sucumbo ante las miradas
cuando surgen los guiños que me conmueven.
Me adentro con mis dedos hacia tu vagina ;
con lentitud notas como penetran.
Te gusta.Te beso.
Es pasión en el calor de mi adentro
que no quiero que se demore.
De mi boca emana suspiros .
Me tocas, me acaricias muy despacio.
Todo provoca un alto grado de frenesí.
Ese estremecer engrandezce mi pene
lo que deleita a tu ya húmeda entrepierna
y surgen de nuevo las miradas sabiendo lo que deseo.
Me masturbas.
Tus manos, tu boca...un cúmulo de placer.
El desenfreno me hace estar
en un estado del que no quiero bajarme.
Empalmado mi pene, penetra en tu vagina ferviente.
 Cada movimiento de tus caderas 
prolongan las acciones de placer en mi.
¡ Haced que me corra de gusto !.


El sudor cubre mi piel .
Las exhalaciones seductoras se vuelven un respirar jadeante
 de manera que las descargas convulsivas
me hacen llegar al ansiado frenesí junto a ti.
La locura se hace perseverante. Te beso.
Se desata en mi la pasión.
 Copular contigo es un castigo maravilloso
que quisiera sufrir con solo ver tus ojos.
Te miro y provocas estímulos indefinidos.
Tu cuerpo es poesía sensual.
Beso tus pechos.
Tus pezones están erguidos, llenos de provocación.
Los chupo, los lamo...se estremece tu cuerpo.

 Ahora ya estoy a tu merced .
Quiero estar en tus brazos hasta el amanecer.
Explosionar de placer y quedar empapados de gozo
en las fervorosas penetraciones.
 Cuando nuestros cuerpos se desborden en la lujuria
el ansiado gusto nos llevará al deseo imperioso
y sucumbiremos a la paz de nuestras miradas.
Allí claudicaremos a la noche.
Llegará el día con besos en la gélida cama.
Miro tu ojos. Te amo.
Son tan bonitos que se derraman por mi cuerpo
cuando te digo te quiero.

lunes, 22 de octubre de 2012

Una noche de cumpleaños - y IV -

Sus besos se proyectaban en mi pecho sembrando una delicadeza sublime. Era como si reviviese al fuego que conlleva el amor.

-¿ Cómo podía sentir amor si era la primera vez que veía aquella chica ?-.

Estaba tan alejado de la realidad . Refugiado en la serenidad que me daba, que estaba abstraído. Sólo pensaba en su cuerpo, en los besos que me daba. Remaba a la docilidad que daban aquellos labios impregnados en el jugo de la pasión. Con tanto besar mi cuerpo, iba alcanzando nuevamente plenitud en mi miembro. Ella lo notaba .Me masturbaba con tal delicadeza que hacía desquiciar la tranquilidad a la que habían estado asumidas mis neuronas sexuales. La solidez que alcanzó mi pene, le hizo llevarla a su boca.

-¡ Qué gusto, qué placer alcanzo cuando me la chupas asi de esa manera. !-

Ahora no se detuvo en movimientos seductores, ni más caricias llenas de sutileza. Agarró mi pene. Lo introdujo en su vagina y comenzó a moverse dulcemente para pasar a una intensidad plena. Cada lance elevaba mis suspiros. Apretaba cada músculo de su vagina . Quería dar más fortaleza a mi miembro para que así fuese desgarrando su vagina . En mi piel notaba la humedad que poseía. Al subir y bajar encima de mi pene, el contacto de sus labios vaginales con mi piel, hacía que notase que estuviese plena de humedad. Aquella hermosura estaba más agresiva. - ¿ Entraría aquel ímpetu , aquella nueva intensidad en el juego que había dicho? -
Las dosis de tensión muscular iban recorriendo mi cuerpo de pies a cabeza. Yo jadeaba . Ella emitía unos suspiros frenéticos. Su respiración salía agitada. Gemía, gozaba....en cada posición que iba adoptando notaba como alcanzaba un placer tal cual lo estaba sufriendo yo. No tocarla me daba vigor en mi miembro. La intensidad administrada nos llevaba a un clímax delirante. Me temblaban las piernas. Sólo podía moverlas  a la elasticidad que daba la goma. ¡ Qué agradable sensación tener aquella diosa del amor para mi !.
Con tanta perseverancia en los movimientos, ya no pude contenerme. Esta vez no fueron asiduos los besos ni las caricias lo que provocaría que me descargarse más pronto.
Enloquecía al tacto de sus yemas en mi pecho. Cuando posaba sus manos para tener un apoyo e ir dando mas movimiento a su contoneo, me sentía poderoso, con más fuerza para penetrarla . Estaba encima de mi. ¡ Cómo me gustaba aquella postura !. Víctima de tanto regocijo ya no pude contenerme.

- ¡ me corroooo !-

 La palabra salió con extensión considerable. Cada borbotón de semen en su vagina, me provocaba un espasmo pleno. No articulaba palabra Me había contagiado de ella y sólo gemía de placer.
La noté como se sacaba mi pene de su vagina lleno de semen. Mi concubina me masturbaba dócilmente con una mano y con la otra iba acariciando mi sudoroso pecho. El liquido surgido se lo restregaba por sus pechos, por su cuerpo... lo llevaba a su boca. ¡ ufffff, qué gusto me entraba  ! Su destreza no había cambiado o al menos no percibía nada de lo que antes me hacía cavilar. La masturbación prolongada con esa suavidad, me fascinaba. Me había sumido en un gusto mortificarte y exquisito.
Con su agilidad, se bajo de encima de mi . Me dio un beso con lengua muy profundo. Estaba eufórico, me palpitaba todo el cuerpo y mi sangre era un brote de frenesí que me tenía el corazón con pulsaciones impetuosas. Su tacto volvió a mi pecho, a mi boca, a mis hombros...me daba igual la hora que fuese, no quería que se fuese aquella belleza que me estaba dando un cumpleaños nada comparado anteriormente. Era un regalo superior a cuantos me daba mi pareja. Al pensar en ella, mi raciocinio se hizo eco de la realidad.

-¡ Escúchame un momento !- ¿ Cómo has entrado ? , ¿ Has visto a mi chica que estaba dormida en el sillón durmiendo ? -

Sus palabras eran ausentes. ¿ Qué pasaba para no hablar ?.
De repente, noté como unas manos iban a mi cabeza. Me acariciaba mi pelo. Era una forma de decirme tranquilo. Quito la venda de mis ojos y allí estaba ella.

- ¡ No te gusta el misterio, verdad !-
- ¡No. Tener los ojos cubiertos  me provoca panico y no ver lo que sucede a mi alrededor me pone nervioso !-
- ¡ Pues yo no te he visto nervioso mientra follabas ! -

La forma de decirlo me lleno de incertidumbre nuevamente...¿ por qué dijo follabas y no dijo " me follabas "?...El aroma que desprendía su cuerpo ya no era el anterior.
Con delicadeza me fue quitando las gomas de mis manos y pies. Quería besarla pero ya no se dejaba ni acariciar.

- ¿ Pasa algo, cielo ? -

Se fue vistiendo poco a poco. Algo no me cuadraba. ¡ Si yo la había visto entrar entre las sombras desnuda !,¿  cómo era que su ropa estaba en la silla ?.

- ¿ Oye , aquí pasa algo que no me cuadra ?, ¡ Dime que ocurre !.

Ella se aproximó a mi lado. Me dio un beso en la boca como de agradecimiento. Me miró fijamente y dijo: - ¡ Me lo he pasado muy bien . Felicidades. Gracias por ser un caballero ! -.
Ahora es cuando no entendía nada. Quise ir tras ella, pero , sin esperarlo, apareció mi pareja. Estaba desnuda. Al cruzarse con la chica le dio las gracias y un beso en la boca igual que la chica me lo había dado a mi. Era una especie de agradecimiento.

- ¡ Te puedo explicar todo, ehhhh !-  ¿ Oye, por qué le has dado un beso ? -
- ¡ Felicidades, cariño. No sabía qué regalarte y espero que te haya gustado !- ¿ Quieres volver a hacer el amor conmigo ?.

Mientras hacían el amor, ella le iba relatando todo lo que había pasado, como lo había preparado y le decía que el preámbulo si fue con la chica pero follar había follado con ella.
-¡ No dejaría que ninguna mujer se tirase a mi chico !- le susurraba al oído mientras cabalgaba de nuevo sobre su cuerpo.

- ¡ Mi vida, que sepas que me estaba mosqueando por algunas cosas ! -
- ¡ Ya lo estaba notando pero ha estado bien, ehhh !- ¡ Una chica mona te he regalado !.

Su sonrisa perversa surgía para continuación meter mi pene en su vagina.

¡ Ahora dejemos la conversación y follemos. Te voy a enseñar algunas cositas que me ha enseñado esta chica en los días previos cuando fui a contratarla. Atarte ha sido para que no te diese el volunto de quitarte la venda !.
Te quiero por encima de todo. Felicidades mi amor.

miércoles, 17 de octubre de 2012

Una noche de cumpleaños -III -

   Esos instantes que no la tenía a mi lado era como una espina que se clavaba en mi cuerpo.
- ¿ Dónde estará ?.-¡ Quería saber donde estaba ella !-.
Estar con los ojos vendados creaba malestar en mi cuerpo. De pronto, note como en mis pies recobraba la suavidad de unas manos llenas de ternura. Notaba como una pierna era abierta y amarrada . Estaba siendo atado a la cama con la goma elástica para iniciar esos juegos que me había avanzado. A continuación, la otra pierna para ser atada de igual manera. Su cuerpo desnudo fue recorriendo mi desnudes hasta que elevó mi brazo para ser atado también  De la misma manera actuó con la otra mano. Presentía fascinación, misterio, inquietud, morbo, pasión y juegos sexuales.
 ¡ Todo lo que hiciera me apetecían. Ahora si estaba rendido a aquella mujer cubierta de sensualidad !.
   Su lengua recorrió mis frente pasando por las mejillas. Notaba un cosquilleo por mi contorno tumbado en la cama que me hacía elevar mi miembro. Camino de mi boca, su lengua se detuvo. Ahora eran sus labios los que estaban unidos a mis labios . Su beso fue apasionado, algo superior a lo entregado anteriormente. Fue tan exquisito que no quisiera que fuese dejado de besarme. Saltó de encima de mi cuerpo.
 - ¡ Sigue, me gusta que me beses !-
El eco de mis palabras se perdían en el silencio de la habitación. Esos momentos fueron eternos. El fresco que iba haciendo erizó mi bello . Era como si por la puerta hubiese penetrado el viento. Volvieron las manos sensuales a mi pecho, pero algo no cuadraba en mi mente. Sus manos estaban más frías. Una sensación que percibió mi piel y me hizo cavilar momentáneamente. Todo fue como el rayo en la tormenta. En mi miembro erecto note como su boca daba un frenético placer a mi cuerpo. Su masturbación era más intensa , menos cautelosa pero más delirante, como si quisiera que llegase pronto a correrme. Pasé en unos momentos, de las cavilaciones a estar exultante sexualmente. Me latía el corazón con mas fuerza. Aquella boca administraba una masturbación con más ritmo. - ¿ Sería fruto de esos juegos que decía ? -
   Pasados unos minutos, las manos tomaron el calor adecuado. Mi cuerpo ya rebosaba una efusiva explosión de deseo. De mi mente había desaparecido los pensamientos dubitativos. Me tocaba mis testículos, con la mano me masturbaba intensamente y , a continuación, se detenía. Yo, moviendo mi cuerpo todo lo que daba la elasticidad de la  goma, no podía permanecer quieto. Gemía, suspiraba , echaba la cabeza atrás y sufría deliciosamente toda la abundancia de estímulos que me inyectaba aquella mujer. El estado en el cual me encontraba era enaltecimiento total. Entregado por completo a los deseos de mi misteriosa dama de la noche.
   - ¡ Para, para....que no quiero correrme aún !-
Sin mencionar palabra alguna, se levanto de la posición que estaba y se acopló encima . Abrió sus piernas para situarse en mi cintura. Tomó mis manos. Entrelazadas con las mías las fue elevando para llevarlas a sus pechos. Me encantaba tocarlos. Con mi tacto, notaba aquella piel suave. Tocaba sus pezones. Otra sensación se apoderó de mi. Sus pezones estaban muy erguidos. Como la vez anterior, a cada momento que dudaba , ella era como si lo notase y rapidamente, me llevase a disfrutar de lo que me hacía. Esta vez metió sus dedos en mi boca. Hizo que los chupara mientras que con su otra mano llenaba mi prepucio de saliva. La masturbación declinaba lo pensado. La excitación me hizo gemir de gusto cuando introdujo mi pene en su vagina. Estaba humedecida. Dentro notaba un fuego que iba recorriendo mi desnudez. Sus movimientos no se hicieron  esperar a lo cual pude gritar :
- ¡ Follame ! -.
Ella notaba la dureza pues sus suspiros entrecortados así lo corroboraban. Gratificante era toda su destreza al dosificar los impulsos que salían de mi cuerpo. Al decirle que no quería correrme tan pronto, fue jugando como había dicho. Mientras la penetraba dulcemente, su pelo en mi pecho era como una caricia emocionante. Su boca mordisqueaba mis pezones erguidos. Cada vez que se contoneaba encima de mi, más suspiros salían de mi boca. La respiración palpitaba; era una exhalación de bocanadas de aire lleno de lujuria. El pene erecto quería introducirse más y más dentro de aquella vagina que hacía temblar mis piernas. Podía moverme algo pero esa sensación de estar prisionero o atado, más virilidad me hacía alcanzar.
   Sin sacar mi pene de su agujero de placer, fue girándose.  Aquello ya era mortificante. Enloquecí al contacto en el giro de sus labios vaginales con mi pene. La convulsión hacía estallar todas las neuronas sexuales y el punto de ebullición placentero estaba a punto de rebosar de gusto. Sin detenerse , se movió fogosamente. Su brío me elevaba a estados inenarrables  Cabalgaba con una maestría como si toda la vida fuese estado haciendo ese movimiento...pasados unos minutos , ya no podía contenerme más . Solo pude dejar escapar un suspiro seguido de unas palabras: - ¡ Me corrooooo ! -
    Mi liquido seminal estaba dentro de su vagina. Ella ya se había detenido con sus suspiros pertinentes. No decía palabra alguna pero en los jadeos sonoros se le notaba que también estaba repleta de placer. En un estado de explosión sexual maravillosa. Me pene, sin decaer en la flacidez, lo notaba descargado de intensidad. Llevaba un rato a pleno rendimiento y el vigor había bajado un poco. La chica se levantó. Noté sus labios en mi boca. Sabían diferente pero estaba cubierto de una pócima sexual tan agradable que no deliberé en nada. Los besos seguían sobre mi boca, en mis mejillas, en mi pecho... estaba a su merced. Aquello que hacía me producía un gozo exquisito después de haberme corrido dentro de ella.
   Fue calmándose el prolongado latido allí tumbado. No sabía que hora era y me daba igual. Aquella mujer era mi locura, mi deseo....pero, volví a pensar en sus labios, en sus pezones, sus manos frías...
¿ Cómo podía ser aquello si la chica estaba ardiendo al levantarse. Si la primera sensación fue notar que sus pezones eran pequeños  ?..¡ .no lograba entender nada !...¿ Y por qué antes me hablaba y ahora, después de darme el mayor de los placeres, no articulaba palabra ?. Seguía confundido, aunque ella seguía besando mi pecho...

continuará.

viernes, 12 de octubre de 2012

Una noche de cumpleaños - II -

   Ante aquellos ojos, que no cesaban de mirarme, notar su mirada era como un colapso de ideas en mi mente. Estaba embrujado por su parpadear y aquel pelo me tenía rendido al mayor de los deseos. Ningún camino me llevaba a la razón ya que estaba confuso por lo que estaba sucediendo. Mientras divagaba en las conjeturas de la situación, por mi piel, iban deslizándose unas manos suaves que me tocaban deliciosamente. Lograban perturbar desde mi pensamiento hasta las neuronas de mi interior. Las dulces caricias que se proyectaban en mi figura, me hacían descontrolar y quedar condenado a las gesticulaciones amorosas que lanzaba sobre mi persona.. Estaba al amparo de ella, a lo que quisiera hacer conmigo.
Sus dedos iban introduciéndose en mi boca. Los chupaba despacio. Sus efusivos actos bajaban por mi espalda, se dirigían a las extremidades y regresaban a mi corazón para estar en un candente estremecimiento. Cada latido de su corazón era una persecución sexual que llegaba hasta los poros de mi piel.  Estaba exultante por cuanto me hacía . La miraba y se pacificaba mi descontrol. Toda la dulzura de sus guiños, del parpadear de sus ojos, de sus besos lanzados hacia mi boca...¡ no creía que estuviese pasando en realidad !.
Ella, muy aplicada en su empeño, lograba encender cada vez más la llama de mi sexo. Con el roce de sus manos en mi pecho, en el cuello, en los pezones... mortificaba las neuronas sexuales de mi mente. Hacía que sólo viese sus ojos y aquella lengua que recorrería sus labios embriagados en placer.
-¡ Intentaba contenerme pero hasta cuando !-. Quería dosificar los lances provocativos que me estaban enloqueciendo pero no podía contenerme ante ella . Había caído a la efervescencia de aquella desconocida dama de la lujuria. Su descomunal elixir pasional me hacía deambular por los mares del más profundo desenfreno. Sentía la lujuria correr por mis venas hacia mi miembro que se había erguido; listo para complacer a la diosa del amor que estaba encima de mi.
    Ya estaba sumido en una delirante relajación. Dejaba llevarme al tacto de aquellas manos que inculcaban gozo en mi cuerpo. Con sus labios puestos en mi piel, el acaloramiento bajaba cautelosamente por mi pecho. Su voz me despertó de aquella exquisitez:
 - ¡ Verás como esto te gusta más !-
   Fue escuchar el eco de su última palabra y esbozar un suspiro que cubrió el silencio de la habitación. Mi pene estaba dentro de su boca. Sus labios me masturbaban por instantes , a la vez, que su lengua recorría todo el grosor de mi erección. Alternando su movimiento en la rapidez y la pausa, la masturbación bucal hacia cubrirme de un estremecimiento ponderoso. De su boca, corría la saliva con el propósito de lubricar mi pene. Gota a gota iba dejándola caer en mi glande para que no se resecase; así no notaría el estrepitoso dolor que pudiese producir... el dolor que ella quería entregarme era el del placer .
Era una imagen provocadora. Cada expresión de su cara me tenía pasmado y repleto de fogosidad. Al detenerse en la masturbación, me miraba sonriendo para después seguir con sus movimientos bucales.  El sudor cubría mi torso desnudo. Las gotas de entusiasmo verificaban que estaba a merced de aquella mujer. Estaba empapado en su sensualidad y en sus plácidos mordisqueos.
Su mano acariciaba mis testículos, mientras la otra, buscaba producir elevadas sensaciones camino de mi ano. Al notar las caricias, el delirio me acogía. El gusto era algo superior a lo experimentado. Mis partes vitales palpitaban hacia un estado indescriptible pero más delicia absorbió mi cuerpo cuando lentamente mi culo se sintió penetrado.  El gemido fue desorbitado. Seguro que haría despertar a mi pareja que dormida había quedado junto a la chimenea. Entre la masturbación que me producía sus manos, los besos de su boca en mis testículos y la penetración de su dedo en mi ano, estaba cubierto por el mayor frenesí al que había sido sometido.
   Acaparando un perseverante deseo de fornicar con esta dama de la noche que decía era mi regalo de cumpleaños, la atraje hasta ponerla frente a mi cara. Su mirada audaz me paralizaba. La besé con ímpetu.  Ahora era yo el que posaba mis ojos ardientes sobre ella y la volví a besar nuevamente. Ella, diestra en el juego de la seducción amorosa, comprobó que mi corazón y mis partes sexuales querían llegar a la agitación  sexual más intensa. Sin dejarme articular palabra alguna, su voz se clavó en mis sentidos. Sus labios chupaban mi lóbulo de la oreja y la lengua acariciaba la parte interna.
- ¡ Cariño, no vayamos tan aprisa. El juego sólo acaba de comenzar. Cierra los ojos y te llevaré a un orgasmo que no me olvidarás jamás !.
   Como estaba en un estado que me dejaba hacer cuanto ella dijese, acepté su decisión. Se levantó de la cama para ir hacia la oscuridad. En su mano traía un pañuelo junto con unas cuerdas elásticas de igual tamaño. Sin decir palabras, se montó encima de mi comenzando las caricias y los besos para calmar mi incertidumbre. Su sensibilidad me calmó. Atrajo mi cabeza y besó mi boca. El beso se hizo eterno. Complacido, me dejé llevar por sus manos que cerraron mis ojos. Noté como me cubría con el pañuelo que traía en la mano. El juego acababa de comenzar pero prefería estar con mis ojos viendo su desnudez y cuanto pasase a mi alrededor. El misterio me llevaba a una respiración más intensa. Se me secaba la boca y no verla me producía inquietud. Ella volvió a calmarme con sus besos. Estaba a su merced, era su prisionero.
-¡ Tranquilo !. ¡ Voy a cambiar de postura. El juego acaba de comenzar. Disfruta y luego me lo agradecerás cuando todo haya sido algo superior a cuanto has vivido !.

Continuará.