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domingo, 17 de marzo de 2013

Incertidumbre en la mañana.

   El día comenzaba a vivir. Se sentía con una alegría radiante tras lo vivido en la noche. En su respiración, notaba los jadeos producto de la intensidad del sexo encontrado pero también notaba el aroma que desprendía aquel cuerpo de hombre entregado. Su mirada se perdía tras la ventana abierta con el pensamiento sin lograr hallar respuestas a lo vivido. A su lado dormía aquel hombre desconocido. Estaba sumido en un profundo sueño. Era un extraño aunque contemplarlo desnudo era todo un placer pues su belleza desprendía unas ganas tremendas de volver a vivir los momentos de la noche. Despierto destacaba por su vitalidad, su fuerza en las palabras, su galantería y el dominio de si mismo, sin embargo, dormido , y con la desnudez corporal, adoptaba un aspecto de ángel divino y un ser que daba gusto verlo dormir... se podría decir que su piel era como la de un bebe. Su ancha espalda, sus músculos bien marcados, el tatuaje en el brazo, aquel trasero que daban ganas de morderlo... todo era una agradable sensación para la vista a esas horas de la mañana.
   Estiró la mano con deseos de acariciarlo, de sentir su respiración. Las ganas de sexo le venían nuevamente con sólo mirarlo. No se le borraba de la mente los instantes nocturnos con ese hombre. Estaba deseosa de pasarlo de igual manera aunque debía despertarlo para que se marchase ya que ella debía de ir a trabajar. Allí seguía divagando en los pensamientos y en lo que debía hacer. Era un espectáculo verlo desnudo y más cuando se había girado. Su pene estaba erguido, lo miraba y quería tenerlo en cualquier parte de su cuerpo. Volvía a ser presa de la lujuria y requería sexo. Se acordaba de los movimientos que el tipo le infligía, de cómo la penetraba, de la forma de lamer su clítoris, de como introducía sus dedos para que alcanzase los placeres sexuales más sugestivos. Se encontraba en un dilema. Llamar a su compañera y decirle que la cubriese en el trabajo o despertar a aquel angelito y follar hasta quedar exhausto de gusto. Pensaba en el polvo que la volvería a enloquecer, en el estremecimiento que le produciría sentir que le chupaba su vagina y los pechos, los cuales comenzaban a ponerse duros y con los pezones bien erectos. Se dejaría ser seducida por aquel maravilloso ser que dormían plácidamente.
   En ese instante del afán sexual que le recorría por su desnudez, el hombre volvió a girarse. Esta vez se puso frente a ella. Su pene seguía grande como llamándola a que lo acariciase. Sin abrir los ojos e instintivamente, él se tocó su miembro. Estaría soñando o aquella plenitud le hizo llevar la mano a tocarse. Ella, viendo tal acción, ya no sabía qué hacer. Era un mar de dudas. Sus latidos se habían intensificado. En su vagina se aferraba la excitación y los deseos de ser follada en la mañana....Una llamada de teléfono la devolvió a la realidad. Su amiga quería saber que cuentas tenía hoy ya que debía estar en el lugar que quedaban diariamente para irse juntas al trabajo. La sonrisa burlona llegaba a su oído. Quería saber más que todo que había sucedido, el trabajo podía esperar.
- El tipo está en mi cama. Es una belleza provocadora. He decidido no ir a trabajar y sí trabajar con él en temas sexuales. Le apetecía seguir lo vivido en la noche...así que me tienes que cubrir con lo que sea...sé que lo harás amiga, verdad .
- Te lo prometo que si, pero .....a cambio quiero la historia con pelos y señales -
- De acuerdo, mala amiga, jajajajajaja, ya te contaré mañana -
Colgó el teléfono y se le disiparon las dudas. Aquel pene lo acarició . Comenzó a besar su cuerpo ...era el principio de un nuevo día y quería disfrutar de aquel tipo extraño.

martes, 12 de marzo de 2013

¡ Abrázame fuerte, siii !



¡ Abrázame fuerte, si, muy fuerte y no me sueltes !.
Bésame como nunca, así, así...de esa manera que se besan los enamorados que desean encontrarse al calor del amor.
Bésame como nunca, como si fuese la primera vez. Quiero morder esa boca que me convulsiona y me lleva a padecer un fuego especial .
¡ Ven !, mira mi cuerpo desnudo esperando tus caricias apasionadas. ¡ Ven !... cada noche mis senos erguidos te esperan con vehemencia. Mi corazón, como un volcán, late cada vez que tu boca visita mi piel con esa pasión tan ardiente .
¡ Ay, mi amor !, haz que tus manos recorran cada rincón de mi cuerpo, que tus besos se precipiten por mi torso en busca de mi boca sedienta de gemidos, de tanta pasión que se ha guardado en tu ausencia.
¡ Si , si , amor sigue así !
Amor, no te detengas en tus acciones y explora ahora mi vagina hambrienta de placer. Te espera con la humedad en los labios vaginales. Cada vez que pasas tu lengua en mi vagina el estremecimiento me aborda quedando extenuada de gusto todo el tiempo que permaneces a mi lado.
¡ aaaaahhhhhh !, no paro de gemir. Mi amor continua así. Así me gusta, no te detengas y hazme llenar de estímulos que den frescura a mi deseo interno.
¡ aaaaahhhhhh !, me excitas cada vez y tu lengua juega con mi clítoris en un juego emocionante y lleno de lujuria embriagadora.
¡ Si, si... me gusta así, mi amor, aaaaahhhhh, más, dame más ! .
Siento como sale el jugo de mi vagina. Gotas que me tienen en una perturbación continuada. Te miro y gozas contemplando cómo me muevo cada vez que me penetras con tus dedos, con tu miembro erecto...
¡ Cada vez el orgasmo está más cerca !.
Callas mis gemidos con tu boca propinando besos ardientes al mismo tiempo que me sumerges en un placer más más morboso. Mis movimientos se hacen ligeros. Estás encima de mi gozando de cuanto te doy y yo me siento encendida por cuanto tu me entregas...
¡ Me susurras: te amo, te amo ! ... Besos de lujuria nos damos.
Me colocas delante de ti. Penetras , con movimientos lentos mi ano . Movimientos cada vez más pasionales y más constantes para pasar a más rápidos. Tomada de mis senos, das pequeñas mordidas en mi espalda, en el cuello y me desmorono de excitación fruto de tu empeño.
Te oigo gemir. Gritas que me amas, que soy lo mejor de tu vida, que morirías por mi....
¡ Es excitante todo cuanto me das !
Enfrente de ti, me abrazas, me besas. Te adentras en mi vagina buscando que alcance el orgasmo pleno. Deseas estar así besándonos una y otra vez mientras nuestros sexos juegan a alcanzar el fin sexual.
Un gran grito de placer nos corre por la piel. La pasión nos une y quedamos rendidos en un abrazo pleno de amor. Somos dos cuerpos que han alcanzado la extenuación primordial del placer y así quedaremos hasta que veamos los rayos del sol aparecer por la ventana....

Texto realizado por mi dulce compañera y todo un amor Carmen Aguiñiga.

jueves, 7 de marzo de 2013

Pienso en tu regreso.



Llega la noche y los sonidos del ausente amor 
me hacen sucumbir al clamor del erotismo y la sexualidad.
Surge un estremecimiento en mi ser y no te tengo. 
Aparece el recuerdo. ¡Te echo de menos !
Mi cuerpo , como un regazo de pasión,
sucumbe a los pensamientos de tenerte cerca.
Me masturbo con mis manos llenas de placer
y en mi se recrea esos momentos de estar contigo.
Un éxtasis recorre mis entrañas,
preciso notar las sublimes fantasías en mi adentro.
En solitario, desnudo mi cuerpo cubierto de excitación
para dar realidad a los sentimientos de la imaginación.

Insinuante mi pensamiento y añoranza
recorro tu belleza de mujer. El frenesí que me lleva a ti.
Desbordado por la lujuria del deseo, me deslizo por tu piel. 
Mi lengua en tu entrepierna te hace sufrir de un gusto envolvente,
te hace percibir una masturbación subliminal,
te lleva a sentirte vulnerable a mi boca.
Con mis manos te acaricio.
Tus pechos se agitan con movimientos apropiados
para que sientas como llega el placer a tu fuego interno.
En la caricia, siento la impetuosidad de ti, mujer,
me regocijo en tus pezones que claman a mis besos.
Los lamo y  te corres de gusto.
La excitación salta al silencio de la noche 
con profundos lamentos de júbilo, íntimos gemidos y actos morbosos
que son el reflejo de lo que vivimos en la unión sexual.
Sueño con la humedad de tu vagina y me llenó de espasmos 
cuando hacemos el amor.
Froto tu clítoris y te desmoronas en el tornado placentero que te doy.
La satisfacción que se adhiere al momento
aumenta el calor en tu coño candente y sólo deseas
que la penetración se haga lo más profunda posible 
para sucumbir al orgasmo requerido.

Con ritmo, potencio la excitación de mi pene
no dejando relajado ningún músculo de mi persona.
El deseo de tenerte quebranta mi boca empapada en jadeos,
una precipitación de gemidos lleva a un vaivén desenfrenado,
un elixir de sensaciones llena el lujurioso momento.
Me estremezco en la imaginación del encuentro
y mi pene erguido desea tu regreso.
Sufro los vertidos del gusto con mi mente puesta en tu delicadeza 
y haces que todo sea felicidad sin tenerte.
El desenfreno llena mi extasiado cuerpo al sentir
que mi polla va a correrse y quisiera hacerlo en tu boca.
Apacible caigo en la cama gritando ¡ te quiero !,
El pensar en ti complace mi anhelo de deseo
para hacer del momento 
el mayor éxtasis que nos conmoverá en el futuro encuentro.

domingo, 3 de marzo de 2013

Disfrutar de lo desconocido.


Lentamente fue cayendo sin cesar de mirarla hasta quedar con sus rodillas en el suelo. Se arrodillo  ante sus piernas y con un guiño la intentó tranquilizar . Sus piernas permanecían cerradas fruto del estupor que le causaba estar frente a un desconocido. Notaba como si la incertidumbre la acogiera y fuese presa de la desconfianza.
Con un gesto suave levantó el pie de ella para quitarle el zapato. La miraba. En sus ojos estaba el desequilibrio emocional y en su boca el silencio . Ella se sentía desbordada por la seducción de aquellas manos que sigilosamente abordaban la consecución predispuesta. Le conmovía cuanto estaba haciendo y era poseía por un estremecimiento que le corría por su piel. Estaba asombrada ante tanta ternura cuando había sido descarado al presentarse. Algo que no le hizo mucha gracia y así se lo había dicho a su amiga quien fue la que los presentó...pero allí estaba, sentada en aquel sillón mientras unas manos asombrosas y unos ojos encantadores le infligían excitantes palpitaciones en su interior.
Ante tanta asombrosa cautela sexual, y fruto de una excitación que la abordaba, cerró los ojos. Se estaba entregando a lo que hiciese aquel tipo.
Una vez quitados ambos zapatos, notó como las manos comenzaban a subir por sus piernas. Le albergaba un gusto delirante. Abrió los ojos y posó su mirada en los ojos de él. Ya sus manos estaban en los muslos. Sigilosamente, los recorrían con esa suavidad que la llevaba a un estado maravilloso. El corazón le latía con más intensidad, sus pezones se iban elevando y con la lengua regaba los labios que los notaba secos. Su saliva era el mejor consuelo para humedecerlos.
Las manos llegaron a la cintura. Su mirada habló. Ella se levantó sin mencionar palabra. No necesito de la compañía para impulsar su cuerpo a ponerlo recto. Tras ponerse de pie, las manos volvieron a su dedicación aunque esta vez la acción fue incitarla a que abriese un poco sus piernas. La abertura fue la precisa para dar espacio a una mano. El nerviosismo se hacía eco en ella, aunque deseaba que aquella persona ,que la estaba llevando a un intenso delirio sexual, no dejase de infligirle aquel estado tan fascinante. Estaba disfrutando de las sensaciones a la que era sometida.
Cuando su mano se poso en su tanga, fue un momento agitador, de sobresalto...un momento estimulante, una alteración de todos los sentidos porque lo deseaba tanto que le llenó de un escalofrío encantador. Estaba disfrutando tanto que sólo quería estar allí con aquel tipo. Su cuerpo se había vuelto lánguido,  sometido a la ternura de unas manos hábiles en las caricias estremecedoras. Sólo le apetecía cerrar los ojos y ser llevada al mundo de los deseos y de las fantasías sexuales.
Con la cautela que atesoraba, el hombre le susurro que se girase. Los besos fueron subiendo por sus piernas hasta llegar a su culo y camino de la espalda. Se acopló a ella e hizo bajar el tanga. Despacio sacó su miembro y la penetró. Aquello fue ya el acontecimiento deseado. Sucumbieron al placer quedando engalanados de un gusto primordial. Todo había acontecido muy rápido pero desde que lo vio le había llamado la atención y en ese momento supo que esa noche iba a disfrutar con ese hombre.