Seguidores

sábado, 17 de octubre de 2015

Cuerpo de sueño


Me desvelo en esta lluviosa madrugada
eres el sueño que paciencia da a mi angustia.
Cierro los ojos... 
Tus besos son mi calma
Te miro y mis ojos te llaman,
¿ dónde te encuentras ?
Tu presencia sería el calor a mi cuerpo
y en tu sensualidad nadar
para derrotar a los malos pensamientos.
Ven a mi lado...
Ven con tu contoneo de mujer celestial.
Dame esos besos que de tu boca salen,
otorga a mis labios ese amor que tu corazón emite.
Abro mis ojos y ahí estás...eres la iluminación
que deseo en esta mañana de otoño.
Quisiera que tus manos fuesen las mías
Quisiera tocar tus pechos suavemente
y notar tu estremecimiento al tocarte los pezones.
Sin verlos percibo su belleza...con mi lengua
te llegaría la erección más plena.
En mi boca los saboreo sin querer detenerme.
Mientras chupo un pecho, pellizco el otro pezón
quiero que te llenes de placer como el que sufro al verte.
¡ Ven que quiero hacer el amor contigo !
Quiero llenarme de tu pasión
y llegar a la eyaculación
cuando alcancemos el orgasmo más requerido.

Te deseo a mi lado como la mujer de mis sueños
Tu a mi lado y yo en tu cuerpo.
En tu desnudez notar las curvas que te hacen
ser ninfa del amor.
Te beso 
Mis manos acarician tu piel.
Cierro los ojos y de ti me lleno.
En tu cintura detengo mi tacto y hacia mi
atraigo tu cuerpo sensual.
Un abrazo nos hace fusionar tanto tu calor como el mío.
El fuego pasional se unifica...
Mi mano inocente busca tu sexo
La humedad te llena y más gusto entra en mí.
Ya no puedo contener más mis impulsos
y quiero penetrarte... Quiero hacer el amor contigo.
Eres fuente inagotable de placer.
Cada suspiro es gota que eriza los poros de mi piel.
Cada gemido es deseo para introducir mi pene
en tu vagina y no cesar en los movimientos más apetecibles.
Con el agotamiento llegaría esos besos alentadores
que son como regalo a un placer divino.
Besos que llenarían tus ojos,
besos en tu boca, besos de amor...
Quisiera tu realidad a mi lado
y dormir sin descanso.
Despertar en la mañana al escuchar las gotas de lluvia
y decirte a la cara
lo fácil que es saborear sueños con encanto.

jueves, 8 de octubre de 2015

Un sueño con final frío.

Notaba el calor de su cuerpo, ese fuego que trasmite pasión y amor.
Mi desnudez absorbía lo que engendra su mirada y no podía contenerme. 
Estar cerca suponía penetrar su vagina
y hacerle cuantas cosas le gustaban para llegar al orgasmo más apetecible.
Cada latido era impulsos en mi interior. 
Quería follar con aquella sensualidad 
que me desequilibraba al mirarme.
Allí estaba, era una musa sexual desnuda... Sus ojos me lo decían,
hablaban con una fuerza extraordinaria.
Deseaba dejarme rendido tras hacer el amor.
Sus pechos grandes con aquellos pezones erectos me llamaban...
quería chuparlos hasta que se corriese de placer.


El acercamiento era seducción...un beso llevaba a otro.
Nuestros labios se unían y el sabor de nuestras bocas
abrían más el deseo sexual.
Con la continuidad de besos mortificadores
la erección de mi pene no se ha hecho esperar...deseaba penetrarla
y hacerle llegar todo el amor, pasión y sexo que poseía mi cuerpo.
Las caricias acontecieron...sus manos eran pura suavidad 
que se desplazaba por mi pecho. ¡ Qué gusto era recibir
aquellas manos en mi pene !.
Muy despacio comenzó a masturbarme sin dejar de tener su mirada
sobre mis ojos.
Mis suspiros la arropaban...¡ Qué maravillosa sensación
me daba cuando su mano descubría la cabeza de mi pene
y su lengua lamía sin detenimiento la virilidad de mi persona !
La intensidad en la masturbación logró unos gemidos que llenaron la habitación.
¡ Me gustaba que me hiciera eso mucho !
Con sus labios en mi boca me hablo : - Te gusta que te la chupe -
Sin palabra alguna confirmé lo expresado por aquel volcán del sexo.


Giré su cuerpo...la simple vista que tenía ante mi era motivo para eyacular.
Ver sus pechos desnudos y su vagina ... no había razón para contemplar
y si actuar ante aquella mujer que esperaba alcanzar el máximo de los placeres.
Mis labios fueron a un pezón mientras mi mano tocaba su pecho.
La saliva llenaba mi boca proporcionándome un gusto exquisito.
Con mi empeño logré que ella se retorciese y emitiera gemidos.
- ¡ Sigue, sigue chupando, !-
- ¡ Me encanta que me hagas eso en mis tetas ! -
Sus palabras fueron un aliento, mi dedicación era plena...sin embargo,
quería llegar a su sexo ardiente.
La primera caricia llenó mi mano de humedad.
-¡ Su vagina estaba dispuesta a recibir la plenitud de mi pene !-
Mi suposición era una realidad y así lo hice sin demora.
Al posicionarme encima de ella noté como cogía mi miembro erecto
y se lo colocaba en la vagina.
En ese instante empujé y noté el fuego que contenía su sexo.
Cada movimiento era un alarido de placer, cada empuje conllevaba un suspiro.
Sus manos me abrazaban mi cuerpo como una cadena para no separarme de ella.
Era un abrazo salvaje ... ¡ Qué gusto me daba !


La noche se volvió fría. Un repelo hizo despertarme y así desaparecer lo que estaba aconteciendo en mi mente. Con repulsa hacia mi, maldije cuanto se me pasaba por la cabeza. ¿ Por qué me había despertado de aquel sueño tan apetecible ? ¿ Cuándo volvería a disfrutar del sexo sin trabas si mi amada estaba tan lejos y no era hombre para serle infiel ?.
Mi sueño me llevó a lo vivido tantas veces, pero, al echarla de menos, mi pensamiento fue a rescatarla de la soledad y someterla al más delicioso de los placeres. Aquel frío de otoño había hecho desaparecer un sueño de añoranza...¡ maldita noche fresca con el calor que poseía !.
En ese preciso instante no me apetecía masturbarme para lograr el estado en el que estaba, así que una manta alivio el frescor indiscreto y mi objetivo era dormir para que llegase pronto la mañana y poder ver a mi amada.