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jueves, 25 de octubre de 2012

¡ Mirame. Quiero hacerte el amor !.


Con esos ojos seductores, enloqueces mi desnudez.
 La sumisión, taciturno suspiro de la noche,
recorre mi piel poro a poro. 
...y allí están tus ojos.

Quieren tonificar el calor que ya muestro.

Llevarme a estados de fascinación sensual.
 Tu piel, como mi refugio, da perfume a mi cuerpo
y sucumbo ante las miradas
cuando surgen los guiños que me conmueven.
Me adentro con mis dedos hacia tu vagina ;
con lentitud notas como penetran.
Te gusta.Te beso.
Es pasión en el calor de mi adentro
que no quiero que se demore.
De mi boca emana suspiros .
Me tocas, me acaricias muy despacio.
Todo provoca un alto grado de frenesí.
Ese estremecer engrandezce mi pene
lo que deleita a tu ya húmeda entrepierna
y surgen de nuevo las miradas sabiendo lo que deseo.
Me masturbas.
Tus manos, tu boca...un cúmulo de placer.
El desenfreno me hace estar
en un estado del que no quiero bajarme.
Empalmado mi pene, penetra en tu vagina ferviente.
 Cada movimiento de tus caderas 
prolongan las acciones de placer en mi.
¡ Haced que me corra de gusto !.


El sudor cubre mi piel .
Las exhalaciones seductoras se vuelven un respirar jadeante
 de manera que las descargas convulsivas
me hacen llegar al ansiado frenesí junto a ti.
La locura se hace perseverante. Te beso.
Se desata en mi la pasión.
 Copular contigo es un castigo maravilloso
que quisiera sufrir con solo ver tus ojos.
Te miro y provocas estímulos indefinidos.
Tu cuerpo es poesía sensual.
Beso tus pechos.
Tus pezones están erguidos, llenos de provocación.
Los chupo, los lamo...se estremece tu cuerpo.

 Ahora ya estoy a tu merced .
Quiero estar en tus brazos hasta el amanecer.
Explosionar de placer y quedar empapados de gozo
en las fervorosas penetraciones.
 Cuando nuestros cuerpos se desborden en la lujuria
el ansiado gusto nos llevará al deseo imperioso
y sucumbiremos a la paz de nuestras miradas.
Allí claudicaremos a la noche.
Llegará el día con besos en la gélida cama.
Miro tu ojos. Te amo.
Son tan bonitos que se derraman por mi cuerpo
cuando te digo te quiero.

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