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domingo, 2 de diciembre de 2012

El juego sexual le apetecía...


   Se sentía vulnerable a los estímulos, su respiración se alteraba debido a las caricias de aquel desconocido. Sucumbía a un estado alentador, maravilloso, repleto de regocijo y en su entrepierna, la agitación más perseverante, la transportaba a intensos suspiros pasionales. El recorrido de aquellas manos por su espalda provocaba un descontrol de emociones; estaba sumergida en un mundo de satisfacción donde su deseo era tener sexo con aquella joya que había encontrado...
 ¡ Si, aquel si era ese hombre que la hacía sentir extasiada. Su juego sexual le apetecía ! .
Sus yemas de los dedos le administraban una vibración sutil al contacto con su piel. Notaba un escalofrío que le sabía a embriaguez sexual y los besos de esa boca la embadurnaba de una tensión en toda su desnudez. ¿ Por qué no lo habría encontrado antes ?
   Esas arrebatadoras manos, que suavemente propinaban una delicia inusual, fueron encaminando su ternura hacía los glúteos de ella. El se detuvo. En ese instante quiso contemplar toda la belleza de una piel perfecta , seductora, un jardín donde perderse...¡ suspiraba ! Su pensamiento estaba puesto en cuanto deseaba hacer con aquella mujer que estaba sumisa a su deseo.
Aquel insinuante trasero no se detenía en los movimientos. Quería ser manoseado combinando intensidad y dulzura. Unas palmaditas la hicieron gritar y la llenaron de gusto. Al girarse, sus ojos expresaron que deseaba más de aquella clase de caricias. Su mirada incitaba a que siguiese . Esa acción estimulante le había provocado una vibración por todo el cuerpo y necesitaba más de lo mismo. Sus pezones comenzaron a estar erguidos...¡ quería más, mucho más !.
   El pequeño dolor continuado la agitaba, le producía punzadas en sus labios vaginales, su clítoris estallaba en una humedad desorbitada...¿ Cómo conseguía hacerle llegar a ese momento frenético con solo caricias y aquellas palmadas en su trasero ?. En sus deliberaciones no se paraba mucho, puesto que estaba con todos los sentidos en lo próximo que le fuese a entregar.
   En aquella posición, una mano se fue deslizando en busca de su vagina. Cada caricia era una sensación sobrecogedora y su corazón parecía que se le iba a salir fruto del diluvio placentero al que estaba siendo sometida. Las sensaciones fueron incrementándose, corrían como la sangre de su interior. Seguidamente, sus  incipientes dedos penetraron en su vagina. Fue algo estremecedor. Frunció la cara con un repentino cerrar de ojos e instintivamente cerró las piernas. Por su piel corría un calor que la tenía desplomada en la cama. Un jugoso estado que le daba emociones indescriptibles. No podía contenerse y los gemidos, así lo hacían ver...La mano masculina estaba atrapada en su vagina aunque ella no quería que fuese a salir del lugar que se encontraba.
   Mientras más impulsivos eran las penetraciones de los dedos, más intensos se volvían los gemidos. Por un momento paró su ímpetu  Abrió la chica los ojos y las miradas se cruzaron. Una sonrisa los acogió. Estaban  con esa calma que da el amor.
   Lentamente se acercó a ella, besó su boca y con la lengua fue humedeciendo sigilosamente unos labios que  poseían el ansia de no querer separarse de ellos. El notaba como su mano estaba mojada debido al flujo femenino. Había provocado la excitación  a su compañera y era un volcán en erupción.
   Ahora , con su boca puesta en los pechos, hacia que la lengua trazase espirales desde los pezones hacia fuera. La respiración de ella comenzó a alterarse. Emitía un aliento caliente como si por la boca saliese el fuego intrínseco. El placer volvía a su estado ardiente. Las extremidades no recibían fuerza alguna. Todo estaba concentrado en su vagina y en los pechos. La seducción la iba notando sin apresuramiento. Cada momento era administrado con la intensidad precisa para alcanzar el orgasmo requerido...

1 comentario:

  1. Una sensual historia muy bien narrada y que cautiva hasta el final.

    Saludos

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