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lunes, 29 de abril de 2013

Estoy a tu merced.

Estoy a merced de tus manos, de tu boca, del pundonor de tu deseo... de la gratificante pasión que siento cuando disfruto de tu compañía.
Quiero estar contigo y amarte durante el día y la noche.
Las miradas se sucederán.
Una sagaz intimidad recorre cada gesto de unos ojos entusiasmados en el ardoroso ambiente creado por besos y caricias diurnas y nocturnas. Nuestros cuerpos obedecen, sin titubear, al crecimiento pasional y se detienen las palabras en unos ojos que hablan.
Surge un guiño encaminado a lo que se añora. Sentir cerca tu amor es el liquido que calma mi sed . Quiero hacer de la noche una fantasía mutua donde sucumbamos, el uno en el cuerpo del otro, al tolerante fuego que nos abraza.
Ya en la cama, y sin adentrarme en la indecisión, desprendo de tu figura la ropa que cubre tu torso. El calor nos va pudiendo lentamente. Es veneración lo que siente mis ojos al ver tu piel . Tenue claridad que llega a mi adentro.
El mutismo de las bocas dan paso a unos suspiros pretenciosos. El estado de impaciencia acapara el entusiasmo de las caricias que se deslizan por la desnudez. Estalla el placer. Los pezones se vuelven duros por una brisa que corre y resbala por una piel que se va humedeciéndose por los besos.
Los labios se unen. La fogosidad se delata en el aliento de unas bocas que se buscan. Las lenguas se sumen en el gusto y se llenan de amor. El desequilibrio emocional es un brotar de felicidad.
Un cosquilleo bajo el vientre, da una profunda alarma al motor de mi cuerpo. Expuesto a tu sumisión, soy un espasmo de delirio y me hallo en un encantamiento indescriptible.
Enloquecemos en los besos. Los juegos labiales provocan sensualidad y surge mordiscos suaves que provocan el escalofrío sin dolor. Son momentos en que el temblor nos acoge.
En el camino de la efusividad, te veo.
Sufro de una gélida explosión de amor. Mis pupilas se engrandecen al mirarte en la apagada claridad de unas luces que dan un acogedor ambiente. Me siento tan feliz que no reparo en el tiempo.
Enajenados nos encontramos y es lo que nos encamina hacia el punto álgido del enloquecimiento sexual. En mi adentro solo resuenan las palabras de tu boca. Me desvanezco. Cada caricia en mi pecho desnudo es un implícito regazo de mansedumbre .
Estoy exaltado por tus besos y ahora me siento cautivado cuando tu lengua recorre mi torso. Atraes mi boca a tu boca y quieres llegar a lo más oculto de mi sexualidad. Es un vicio ceremonial en el cual nos adentramos para calmar el placer requerido al encontrarnos en esa calle desierta de sensaciones.
Desnudas mi intimidad. Descubres el desenfreno al que estoy expuesto con tu presencia. Tu seducción me envuelve en la perseverancia de unos besos frenéticos que desequilibra las pulsaciones de mi cuerpo.
Te miro y chorrea por mi boca el sabor de tu boca. Verte en cada movimiento que despliegas es desgarrar el entusiasmo de mi virilidad. Cabalgo en un gusto que da vitalidad a la furia de mi deseo.
Te Amo, Te quiero. Quiero volar por las estrellas junto a ti disfrutando del amor que practicamos en el silencio de la noche .
El gozo que sale de tus labios me convulsiona. Tu brío es una carrera de prolongado delirio. Quedo reducido a suspiros y subes para mordisquear mis labios. Tus palabras siguen insinuantes. Me besas.

miércoles, 17 de abril de 2013

Abrázame con sutileza...


Abrázame con sutileza derramando cuantas gotas de placer se desprenda de tus brazos.
Haz de estos instantes un contraste colmado de pasión. Contraste que atesore las ganas de tenerte con la suavidad de tu boca y así perderme en el jugo de tu sexo.
Hazme ser un astro libidinoso que reluzca en tu pecho donde sea espontaneo mi querer, donde mi amor sea finura en tus labios y donde las confusiones, por pesares anexos a nuestro amar, se evadan de nuestro pensamiento. Quiero desfallecer atrapado entre tus piernas y ser la obsesión de tu ardiente vagina que me incita a una premeditada penetración como preludio a un encuentro amoroso.
Una lujuria se desboca hacia nuestros corazones. Se harán sumisos los besos, las caricias y el intenso abrazo que deseamos cuando, en el encuentro en una cama fogosa, hagamos el amor sin tregua.
Necesito desfallecer en tu piel. Aferrarme a tu latido. Ser el consuelo que apacigüe tus opulentos quejidos pasionales en la noche y sentir que me abrumas con el alcance de tu clímax interno.
En esos ojos donde me perdería como bosque encantado, me sentiré atrapado cuando nos miramos frente a frente y sin represión alcancemos un orgasmo satisfactorio.
Preciso de tu querer; sentimiento que me retiene y no me deja ver más que tu belleza tanto interior como corporal.
Es mi necesidad de enredarme en tu pelo y sucumbir al perfume que te hace ser el refugio de mi amor.
Te quiero.

lunes, 8 de abril de 2013

De magia se cubre la noche.

 
De magia se cubre la noche
con un suspiro el deseo se desborda...
¡ desnuda estás !,
recibir esos besos de tus labios es la excitación que persigo.
No me dejes en la soledad
abrazame y hagamos el amor
quiero recibir el cariño que atesoras y la vehemencia de tu sexo.
Un misterio responde a la llamada que nos une.
¡ Me miran tus ojos !.
Desnuda estás ante mi y me hierve la sangre
conduciendo mi existir hacia ti.

Entre sábanas pudorosas
surgen los juegos de amor.

El instinto llama a la iniciativa.
Discurre desde los rincones de tu cuerpo
lo más inhóspito de ti, mujer.
Sin recato, se deslizan mis manos entre tus pechos
éxtasis en tu piel
prolongado delirio en tu madurez
con piel sedosa que paraliza mi ser. 

Esa ferviente pasión nos absorbe a ti y a mi,
es un sentimiento que cubre nuestros cuerpos.


Ahora tus labios ardientes avanzan mi vientre abajo 
me rociarán con unos besos que me harán llegar
a un estado de ebullición desgarrador.
Juegas con mi sexo. Se cubre de energía
y el desenfreno hace acelerar mis pulsaciones.

En mi piel sedosa se deja notar la seducción que me aplicas,
se desborda la intimidad.

Arden los deseos de cubrirse de lujuria, de dar rienda suelta
a la fogosidad que me arrebata de la realidad
y me induce a vivir en sueños lujuriosos.
En la oscuridad de la noche
las melodías bucales se cubren de ternura... me besas de nuevo ,
se enaltecen las sensaciones, las caricias.
La pasión se apodera de nuestros cuerpos
penetrando docilmente en tu vagina que impaciente hierve.
Cada movimiento es la expresión del furor, del instinto carnal,
del impulso hacia ti y del gozo sexual.


Un abrazo lleva hacia el disfrute sensual.
Todo misterio inicial desaparece con el encuentro,
sólo hablan los besos que acompañan al sexo.
Las caricias juegan al amor
y los delirios son los sonidos de la noche .
Se alcanza el frenesí con respiraciones jadeantes
hundidos en una humedad vaginal.
El acoplamiento ha supuesto un encantamiento,
palpitaciones bajo el vientre
y cada gota de liquido es sinónimo de placer.

Llega la madrugada,
se calman dos cuerpos satisfechos,
 acogidos están por una cama cubierta de placer.

Todo se vuelve silencio
y las miradas
por sí solas hablan.

martes, 2 de abril de 2013

Amor de amistad.


Con la madrugada llegaste a mi sueño.
Tus olas de amor llenaron mis sentidos 
los susurros entregados fueron palabras
que se posaban en labios ardientes...
La fiesta se estaba volviendo tediosa. La perturbación había llegado a mi mente y nada de lo acontecido me saciaba, me llenaba y menos comprendía que hacías allí cuando tenía ganas de salir de aquel lugar sin nombre. La diversión era trago tras trago. Cuatro palabras para corresponder y poco mas con la gente que se volvía loca con el alcohol y la música a todo volumen. Ese liquido ingerido provocó las ganas de ir al baño. Tras varios minutos de búsqueda, llegué a unos servicios vacíos; la gente aún no estaba saciada de beber y en el pasillo nadie deambulaba. Sólo encontré a esa amiga que con locura la quieres pero que no puede suceder nada entre ambos por el tiempo, el respeto y multitud de historias juntos... un poco ebria por el liquido alegre y la satisfacción por ser viernes se abalanzó sobre mi. La sujete como pude y la agarré del cuello para hablarle. A pesar de su estado, estaba dotada de una belleza magistral. Ante su continua emisión de palabras le puse la mano en la boca para que no hablase más y así, obligarla a no decir mas cosas absurdas y sin sentido fruto de cuanto había tomado. Un beso aconteció sin esperarlo. No esperaba ese gesto. Sin menosprecio, mis labios siguieron unidos a los suyos en un beso que no sabía qué significado tenía y más sabiendo que ella siempre había dicho que la amistad estaría por encima de todo. A pesar de lo que circulaba por mi mente, le seguí el juego y sólo un suspiro de placer le llevó a sentir que algo no era real. La mano involuntaria se deslizó a la parte baja del cuerpo de la joven entrando entre sus piernas. Me estremecí pero , a la vez, me gustaba...ella, sin inmutarse se dejaba tocar. Con sus brazos atenazados a mi cuello no paraba de besarme lo que me tenía sumido en dudas aunque, disfrutaba al estar con ella después de tanto tiempo unidos.
¡ Corazón, 
sabes que te quiero como un buen amigo
y un beso no importa nada 
pero no sigas por ese camino !. 
Mis palabras no hicieron mella en su persona. Ella, joven, libertina, y sin ataduras, le gustaba divertirse al máximo y aquella fiesta era agradecida en diversión para quién le apeteciese. Ahora, era ella la que acariciaba mi parte intima que se iba engrandeciendo por lo infligido por aquella mano incesante en mi entrepierna. Notaba , con mi mano puesta en sus pechos, que se le endurecían los pezones. Estaba inmerso en satisfacer lo que requería ella que dejé de pensar en lo correcto y lo incorrecto de la situación. Tras su camisa, el sujetador negro me provocaba más y más. Sus senos no eran de gran tamaño, pero si mostraban unos pezones erizados por el placer que iba notando... de pronto se separó ella.
-  No quiero follar contigo. Eres mi amigo y te quiero como tal -
Sin mencionar palabra, se dio la vuelta. Entró en los servicios sollozando, llena de lamentos y se perdió tras la puerta. Quedé estupefacto pero con mi cuerpo convulsionado y ardiendo. Mi pene se mostraba erecto lo que me llevó a la conclusión que en ese momento no podía bajar a donde estaba la gente porque daría mucho el cante. El bulto me delataría , aunque no sé si la gente se daría cuenta tras el ambiente festivo que había. De pronto me vino las ganas de ir al baño. Aquello fue un alivio enriquecedor. A mi conclusión , me debatí en lo inicial; me quedaba o me iba...La fiesta continuaba pero ya llegaba una hora que daba pie a marcharse a casa. Estar con ella había supuesto que algo había cambiado la noche y no fuese querido separarme de sus labios ni de su cuerpo pero....siempre decidía ella qué hacer.
Al acostarme, los sueños me llevaron a lo vivido. Juntos- mi sueño y yo - íbamos a volar sin tener nada de obstáculos y a pensar en qué fuese sucedido si no se fuera separado.
Soñaba con aquella mujer que era mi amiga. En su compañía , me liberaba de prejuicios y malas sensaciones amorosas. Le hablaba de lo ocurrido en mi vida, en mi trabajo, en mis amores aunque yo deseaba besarla y tenerla en mis brazos. Ella sabía de mi pero nada nos uniría físicamente como yo la deseaba. El rechazo de amor siempre acontecía y jodido quedaba hasta que se me pasaba el encuentro. Después, la normalidad afectiva nos unía hasta otro encuentro de desamor.