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jueves, 1 de noviembre de 2012

Tu piel, tu cuerpo, tus pechos, tu espalda....todo tu.

Atrapado en tu cuerpo me hallo. Te beso frente a frente y docilmente te giro para aferrarme a tu espalda. Interminables besos recorren la nuca . Te inquietas pues noto como se te eriza el bello de tu piel. Lentamente mi mano se eleva por tu torso con la plenitud de llegar al lóbulo de tu oreja. Te lo toco. Está suave y su blandura me hace no dejar de tenerlo entre mis dedos. Un gusto indescriptible cubre todo mi cuerpo. ¡ Algo innombrable recorre cada palmo de mi interior !
La otra mano coge el camino hacia tu pecho. Cierro los ojos. Huelo tu perfume y me siento ignotizado y pleno de embriaguez. Tu piel es exquisita como un sorbo de vino. Cuando comienzan las caricias en tu tetica, los pezones se elevan. Ahora cierras tu los ojos sintiendo el deleite en tu adentro . Lo estiro despacio, con suavidad, llenándonos de un placer inconmensurable.
Sigo besandote con los labios dispuestos hacia tu oreja; allí posare mis labios y arderemos en la provocación . En tu lobulo me detengo. Mi lengua recorre el perfil de tu oreja y muerdo el lóbulo. Suspiras y las palabras son una respiración entrecortada. Siente como se estremece cada hormona de tu desnudes , como te sobrecoge una pasión incontrolable que te hace desear ser poseida por mi amor enternecedor.
Al estar en contacto contigo, mi pecho nota como se estremece la piel de tu espalda y te abrazo para estar cuerpo a cuerpo percibiendo hasta los latidos de tu corazón.  El abrazo refrenda cuanto te quiero y la realidad de que hacer el amor contigo es más apetitoso que vivir.  Al abrazarte, cubro tus pechos ya exaltados. Las sensaciones que recibe, tanto por mi boca como por las yemas de mis dedos, desgarra tu entrepierna que va llenándose de ardientes deseos. Sientes escalofrios...
Se contraen tus músculos vaginales en contracciones serenas. Se van humedeciendo llamando a mis dedos para que entren en tu rajita placentera. ¡ Quiero que sientas el gozo como lo siento en mi interior !.
Tu manos dejan de servir de apoyo a tu cuerpo. Su disposición es ir en busca de mi pene. Al simple tacto de tu mano, florece como la flor en el día. Cada movimiento me descontrola. Tus caricias desencadenan una evocación lujuriosa. Se eleva sin contemplaciones. Cuando me masturbas tan ricamente, siento perder la razón y me adhiero a tu piel para pertenercer a ti. Es un arrrebato cubierto de un afecto que conlleva trasladarte mi fuego interior.
En tu contacto me emociono. Ahora soy yo quien sufre las contracciones que van desde mi ano hasta mi corazón. El toqueteo en mis testículos me baña de una satisfacción que me hace tener ganas de no separarme de tu amor.
Las multiples caricias recorren los cuerpos unidos en uno solo. Eso somos; la fusión de dos cuerpos ardientes y deseosos de sexo ... El placer mutuo nos conduce a los orgasmos preliminares desembocando en los espasmos intensivos  y , asi fundirnos en la seducción sexual más delirante. Empaparme en ti es lo que más desequilibra a mi razón. Ese chorro de ternura, de tibieza y la entrega solo la encuentro en tu cuerpo...Te deseo.

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