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miércoles, 30 de mayo de 2012

Encuentros de amor. - III -

Ritmos pasionales.


Sentados en el sofá, su lengua en mi boca producía tal deleite que me tenía seducido y entregado a todas las caricias estimulantes. Encima de mi , su movimiento de cintura, me encendía todo mi cuerpo. La miraba y sonreía . Me sentía embriagado de su amor.
Su pelo suelto se blandía al girar su cabeza por el calor que nuevamente iba adentrando en su sexo. En su rostro, la mirada fogosa . Estaba caliente y quería entregar toda la fiereza que estaba intrínseca en su pasión. El roce con mi pene erecto la trasladaba a unos confines sexuales de agitación que le hacía emitir quejidos y gemidos como si en su impetuosidad penetrase un ardor dulcemente. 
Fruto del ímpetu, la calor de los cuerpos y las ganas de embaucarse en la penetración de mi miembro en su vagina, sus manos recorrieron mi pecho para masturbarme. Frente a frente, las miradas se volvían intensas y pasionales. Una mano se la llevó a la boca para así humedecer sus dedos. La saliva la puso en la punta de mi pene y repitiendo la misma acción, puso otro tanto en su vagina aunque, esta. ya se notaba humedecida al contacto con mi piel.
Con suavidad, la penetración nos condujo a saborear el jugo de unos labios que se unieron como un premio a un primer gemido mutuo.


- ¡ Cielo, eres preciosa !-, ¡ me haces perder el conocimiento ! -


La chica , sin mencionar palabra y solo empecinada en disfrutar de aquel intenso pene que estaba desgarrando sus labios vaginales y penetrando en su vagina, ofreció un beso . Entrelazados , boca con boca, la intensidad fue en aumento. Abrazados , los jadeos no se hicieron esperar. Ahora, mis manos iban a su cintura buscando acompañar el ritmo que estaba infligiendo.  Estaba embrujado, embobado, absorto y sentía que el mayor encanto de los mortales estaba encima mía administrando un placer divino a mi entregado cuerpo.
Con un gesto, cambiamos de posición. Su blanca espalda ahora me hacia ver un perfecto cuerpo de mujer. Era tan perfecta que no creía estuviese sucediendo aquello que acontecía...Agarré mi pene y lo introduje nuevamente en aquel sexo que se mostraba ardiente y deseoso de ser penetrado. Volvieron a intensificarse los movimientos. El ritmo se aceleraba por momentos con los consiguientes suspiros y gemidos de ella. Por mi boca salía unos escuetos suspiros aunque por dentro estaba como un volcán a punto de estallar. Sentía la mayor satisfacción del mundo. Estaba haciendo el amor con una belleza increíble y desconocida hasta hacía un rato.


- ¡ Sigue mi amor dando fuerza a tu pene. No dejes de penetrarme que me encuentro humedecida ! -
Las palabras salían entrecortadas de su boca y acompañadas de un susurro sumido en el gusto que iba alcanzando. Por mi parte, acariciaba aquella espalda, tocaba sus pechos y en un suave movimiento , conseguí  ponerla en una posición más recta. Ahora a la vez que la cópula se hacia más efectiva con subidas y bajadas, le tocaba su clítoris que ya se mostraba mojado de la excitación. Mi boca regaba aquella blancura de besos... Me había abstraído del mundo, de las horas y del entorno en el que estaba. Disfrutaba de su piel, del movimiento , de la intensidad; estaba acoplado a ella y ese era mi mayor pensamiento y deseo. Mis palabras no salían solo sentía un placer supremo.
En esas, ella, dejo de moverse y giró su cuerpo para posicionarse frente a mi.


- ¿ Te gusta ?-
Qué podía decir en aquel instante, si me sentía el ser más agraciado del mundo.
Sin pensarlo, mis dedos volvieron a su sexo...
- ¿ Está húmedo , verdad ?- ¡ Está listo para estar hasta el amanecer follando contigo !-


Su pelo, antes con una belleza exquisita, aparecía ahora alborotado debido a cuantos movimientos de cabeza ,fruto del placer, había dispensado. Su mirada estaba misteriosa, extasiada, delirante, provocadora, cautivadora....deseosa de sexo, de placer y de lujuria.
Era una venus sexual anhelante de amor, pasión... de ser amada y penetrada. Una concubina seductora  afanada al sexo.
Su palpitar me llegaba. Me hacía seguir con mi pene erecto. Estaba fatigado pero quería más, mucho más. La lujuria de mi mirada se posaba ahora en los ojos seductores de aquel ángel que estaba frente a mi. Me apetecía seguir más que vivir. Tenía ansias de sexo y mi venus me lo estaba dando todo. Aspiraba su aroma, su mirada, su belleza... me sentía feliz y no quería que concluyese aquel encuentro. Notaba como el placer me recorría mi cuerpo pero ambicionaba seguir. 
Su masturbación hizo que ya no pudiese más y el liquido espeso saliese impetuoso. Fue una explosión gozosa inmortal. Cerré los ojos disfrutando de aquel delirio en el que me encontraba. Ahora era yo quién gemía y mi voz desgarraba el silencio. Ella seguía masturbándome pero ya muy suavemente para que saliese todo aquel liquido que llevaba contenido mucho rato. Me encontraba complacido, extenuado, fascinado, pacífico, maravillado por aquella mujer sublime...el último brote de leche , me derrumbó.


-¡ Eres excelente, fantástica y una adorable mujer ! -


La calma nos sedujo. Ahora nos mirábamos y la sonrisa era el agradecimiento por aquel momento fascinante vivido. Notaba todo lo que conlleva la palabra felicidad y en mi labios estaban las palabras de ternura y docilidad hacia aquella mujer soberbia.
Su espontaneidad hizo que diese un ágil salto y se levantase de aquel sofá que estaba cálido como nuestros cuerpos.


- ¿ Quieres algo de beber o comer ?,- ¡ Hay que recuperar fuerzas. La noche llega y yo tengo hambre. Si no recargamos las pilas, desfalleceremos y hoy es un día especial !....


Continuará III

sábado, 26 de mayo de 2012

Encuentros de amor. - II -

FUEGO EN EL SOFÁ


Mi cuerpo estaba colmado de deseo por aquella mujer preciosa que se situaba frente a mi. Por un momento, las dudas pasaron por mi cabeza pero era tal el entusiasmo que reposaba en mi cuerpo que solo quería complacer lo pronunciado por aquella boca de labios ardientes.
Sin contemplaciones ni divagaciones me levanté para mostrarle el bulto que tenía entre mis piernas. Ella, miraba. Se debatía entre ayudarme o quedarse quieta aunque se iba relamiendo los labios con una lengua que no dejaba de mostrar las ganas que tenía de lamer aquel miembro que aún estaba oculto. Con templanza y con esa paciencia que provoca lujuria, baje la cremallera de mi pantalón. Rápidamente se deslizó hacia el suelo sin ayuda de ninguna clase. Los suspiros se escuchaban en aquella mujer que se impacientaba por tanta demora. 


- ¿ Te ayudo , nenito ? -
Sin mencionar palabra alguna , mi ropa interior fue bajando suculentamente en una actitud de erotismo que tenía desesperada a mi acompañante.
- ¡ mi amor!, ¡que cosa más linda me muestras. Valió la espera la paciencia porque te iba a desgarrar tu calzoncillo para aligerar mi corazón de tal tentación !
- ¡ Cariño !, ¡ qué cosa más linda !-


Sin pausa , su boca ansiosa succionó mi pene erecto. Su destreza en cuanto hacía, la suavidad con que lamía mi prepucio, el juego con su lengua en mi glande y en todo el cuerpo de mi miembro....todo era llevarme a sentir un gusto y una excitación que me hacía temblar mis piernas. Su mano me acariciaba mi pecho y otras me infligía una masturbación fascinante. Tendido a lo largo del sofá, notaba como mi estremecimiento iba aumentando por la mamada. Aquella masturbación era llevarme a la paz suprema. En mi deleite no podía articular palabra alguna . Me dejaba llevar por aquella boca que cada vez intensificaba su acción. Su cálida mano ya dejó de acariciar mi pecho y pasó a mis genitales . Aquellas manos exploraban sin contemplación toda la intimidad de mi cuerpo. Inesperadamente, ella dejó mi miembro para seguidamente decirme:


-¡ Tranquilo cielo, te dolerá un poquito pero te gustará mientras sigo chupando ! -


¿ Qué podía hacer si estaba prisionero de las gratificantes mamadas que me daba ?. Su mirada viciosa se posó en mis ojos cuando comprobé lo que me había dicho. Un pequeño dolor me cubría pero daba paso a un placer que me estaba enloqueciendo de gusto. Su indice se había introducido en mi ano mientras su boca seguía con un aumento de ritmo en mi pene. Me encontraba en el tránsito hacia la máxima expresión del placer. 


-¡ cielo, sigue , me muero de gusto ! -.
Mi cuerpo estaba colmado de una fantasía llena de estímulos que nada podía hacerme más feliz. Aquel clímax que iba alcanzando no tenía comparación con nada. Estaba tan excitado ante la destreza de aquella mujer que nada podía decir ni hacer. Solo podía seguir padeciendo el arte lujurioso de mi acompañante. 
Diestra en el saber del amor, paró de infligirme sus lamidos y la penetración que había realizado.


- ¡ Cariño, tranquilo, no quiero que te corras tan pronto. Esto no ha hecho más que comenzar !-


Con un gesto cariñoso y tras un morreo osado, me animó a levantarse para posicionarse ella en el sofá. Su cuerpo ya estaba desposeído de prenda alguna. Mi mano tocaba aquellos grandes pechos que se mostraban duros y unos pezones que erguidos llamaban a ser chupados . Con decisión, puse la lengua en un pezón y la otra mano acariciando el otro. Sus manos no paraban de tocar mi cabeza y mi espalda. Sus primeros suspiros no se hacían esperar. Su olor, la piel de sus pechos, los sabrosos pezones...mi mente se había ido de la razón. Estaba embrujado por aquel encuentro y no pensaba en nada más. Los besos iban derramándose por su piel hasta llegar a su ombligo, donde la lengua ejercía una caricia deleitando a mi bella dama. Con mi mano puesta en su en sus partes sexuales y la otra introducida en su boca haciendo chupar mi dedo medio, infligía todo el ímpetu que ella había mostrado en su delirante acción anterior.


- ¡ No te detengas !, ¡ sigue, sigue, sigue ! -.


Su voz jadeante producía más delirio en mi persona. Continué mis besos hacia su humedecida vagina fruto del continuado frotamiento de mis dedos. Ahora mi lengua lamia aquel coñito cuya belleza era suculenta. Los dedos abrían las paredes vaginales para dar paso a mi boca que rociaba de saliva aquel deliciosa intimidad. Cada vez que mi lengua recorría la vagina , el gozo hacia expresar palabras al vacío a mi amada desconocida.


- ¡ Sigue, cariño, me estás matando suavemente !-.


Cada roce de mi lengua en su vagina, cada caricia en su clítoris, la penetración de mis dedos en su ano para contrarrestar lo infligido a mi cuerpo...todas estás sensaciones delirantes hacían que la chica elevase los gemidos a estado de perturbación. Sus puntos sexuales estaban repletos de estímulos. 
En un momento de lucidez, ella exclamó que hiciésemos un 69. Ahora nuestros cuerpos estaban inmersos en el mutuo gozo y cooperando en el ansiado deseo pasional que surgió en la primera palabras tras el ordenador. Ella lamía y me masturbaba mientras mi lengua daba placer a aquella vagina humedecida satisfecha de lo entregado.


- ¡ amor espera, dosifiquemos un poco porque ya he tenido un orgasmo y no quiero que te corras tu. Con control llegaremos plácidamente a que lleguemos los dos al orgasmo mutuo y la satisfacción nos llevará a terminar en un agradable abrazo !-.


Aquella chica tenía el control. Nos sentamos en el sofá sin parar de besarnos y estimularnos con caricias. ¡ Era verdad. Aquello había hecho nada más que comenzar !.


Continuará II.







viernes, 25 de mayo de 2012

Encuentros de amor . - I -

Amor a primera vista.


¡ Si quieres me puedo  quitar mi camisa y ya estamos los dos igual !.
Aquellas palabras habían desconcertado mi mente . Confuso y sin saber que decir, le insinué que tenía calor y que estaba desnudo con solo un calzoncillo ajustado que cubría mis partes intimas. Sin pensarlo dos veces contestó :
¡ Ya estamos los dos igual !. ¿ Quieres comprobar que es cierto cuanto te digo ?.


Era una tarde de ese tiempo que no sabes si es finales de verano o principios de otoño. El calor seguía dando sus oleadas de desasosiego. El tiempo se compartía en transitar por calles desiertas al amanecer y por las noches que comenzaban a refrescar ; escribir poesías de añoranzas pasadas y chatear con gente que quisiese compartir un rato de amistad. 
Sin esperarlo se presentó. Su decisión le había hecho querer saber de la pena que me encubría y alentar a mi corazón a vivir mejores situaciones. Todo ocurrió tan rápido que la situación me desbloqueó de la angustia que llevaba dentro de mí. Con cuatro palabras ya habíamos perdido esa timidez que te aboca a respirar un encuentro distendido.


- ¿ Tu tienes cámara y así nos conocemos ? - 
- ¡ Si , tengo. Pero prefiero no ponerla mucho !. ¿ Quieres que nos veamos en cualquier sitio y así me cuentas de tus palabras llenas de dolor y pesimismo ?


La afirmación fue inmediata. Anoté la dirección y allá me dispuse a ir.
Al llegar a su casa, el nerviosismo corría desbocado por todo mi cuerpo. ¿ Qué hacía  allí sin conocer a aquella persona y que se había desnudado al igual que yo para combatir aquel espantoso calor ?.
Al abrir la puerta todo se me nubló y mi poder de reacción quedo abstraído. Al hacerme dueño de la situación y volver a la realidad, comprobé de la belleza que estaba frente a mi.
Mujer con cabello largo, pelo rubio y castaño, ojos grandes y bonitos, labios sedosos , bajita pero con una estatura normal para una mujer. Su cuerpo no estaba desnudo completamente. Una bata de casa lo cubría dando a ver unos pechos grandes con unos pezones erguidos. Su entrepierna estaba limpia de bello y con solo mirarla , mi acaloramiento fue en aumento. Enrojecido la saludé.


- ¿ Impresionado ?. ¡ Te dije que me pondría igual que tu pero no te he hecho caso y me quité todo, así me encuentro más cómoda . Tengo un rato para estar sóla y lo disfruto como quiero !.


Qué podía decir si mi boca estaba hermetizada. El único que quería hablar era mi miembro que estaba endurecido como si hubiese sufrido una intensa masturbación. 


- ¿ Quieres pasar o me traigo dos sillas y charlamos acá un rato ?....


Mi sonrisa hizo que ella sonriese también. Crucé la puerta y un estruendo dio señal de que la puerta se había cerrado bien. Seguidamente ella dijo:
- ¿ Nene, ni un beso me vas a dar por conocernos. Quieres que nos vayamos al ordenador que me parece que allí estás más suelto ? -


La verdad estaba descentrado por la situación. Sus esfuerzos por darme normalidad iban acelerando mi pulso y mi emoción iba centrando mi pensamiento en la realidad. Quise dar un beso en sus mejillas a lo que ella correspondió con sus labios llevándolos a los míos. Tras el beso de bienvenida, sus palabras salieron de aquella boca con un sabor excitante.


-¡ Nenito, llevo mucho tiempo siguiendo cuanto escribes. No me atrevía a pedirte amistad y la verdad no sé por qué pero notar tu angustia, tu pesar, el dolor en cada letra, oraciones llenas de un sufrimiento perpetuo....son tantas cosas las que he leído de ti que es como si te conociese a través de tus escritos !.-


Nos dirigimos hacia una amplia habitación amplia donde estaba su ordenador, la televisión, una puerta que daba a un patio, al lado estaba la cocina y una puerta que llevaba a lo que serían las habitaciones... En el sofá nos sentamos. Las miradas , frente a frente, hablaban por si solas. Sin más meditación ni pensamiento, me abalancé sobre ella y la besé de nuevo. El temor, la incertidumbre, lo desconocido iba evaporándose para hacerme sentir feliz de aquella situación.


- ¡ Mi amor !. ufffffffff....¡ Ya te me has puesto bravo y has perdido el miedo, ehhhhh. Además , esa pijita está fuerte !. -


Su mano había recorrido mi cuerpo hasta llegar a mi entrepierna mientras nuestras lengua jugaban a sentir un maravilloso placer en el beso dado.


- ¡ Me gustaría que me la enseñases !... ¿ Quieres ?.


Continuará......


--- Darío --

martes, 22 de mayo de 2012

Sueños de verano.

   Caía la tarde con un sol radiante. El silencio se mezclaba con el calor que iba haciendo en aquella desamparada habitación en la cual había una sola luz que iluminaba. Era hora de dormir la siesta aunque nunca la dormía pero sentía como su cuerpo deseaba reposar. 
Frente a la pantalla de su computadora, iba y venía por páginas a las cuales estaba asociado. Indagaba en un mundo que le suponía una liberación emocional personal. Compartir multitud de conocimientos y conversaciones con las personas que había contactado era su quehacer diario pues el trabajo había concluido y estaba parado hasta nueva orden.
El sueño cada vez le podía . Las cabezadas se iban sucediendo para hacer que sus ojos se derrumbasen en cualquier momento.
De pronto una sensación estremecedora le cubrió el cuerpo. Unas palabras de mujer se pronunciaban con una sensualidad encantadora. Los saludos fueron el preámbulo de una distendida conversación. 
El calor seguía dando su rigor y debilitando la frescura de ese momento anterior. Ya su pecho desnudo apaciguaba la inquietud que le acogía.
Las palabras de su acompañante iban perforando en su mente dando distensión al encuentro. En un instante, le insinuó que la calor era intensa y que estaba con sólo una prenda que le cubría sus partes más íntimas. La mujer que le hablaba, le sirvió aquello para liberarse de toda la calor que también poseía en esa tarde de verano. Sus palabras ya no eran como al principio de la conversación. Su diálogo fue invertido radicalmente.


- ¡ Yo estoy en mi cama desnuda completamente porque la calor me impide tener ropa encima y sabes, me gustaría que estuvieses aquí !-
- ¡ Pues que sepas que sería estupendo, así compartimos esta fuego de verano !- dijo el hombre sin saber a ciencia cierta que decía.


Las palabras animaban a algo impetuoso pero incierto por no saber hasta donde quería ir aquella mujer .


- ¡ Estoy sola . Quiero comerte la boca, que mi lengua roce tus labios y que tu mano, puesta en mi entrepierna, note como está humedecida mi vagina . Quiero besarte y , con mi cuerpo encima del tuyo, hacerte el amor !-.


El hombre ensimismado por lo que le decía aquella mujer sólo pudo corresponder a lo que le estaba ocurriendo con unas palabras de lujuria impetuosa.


- ¡ Cariño, mi pene está erecto y deseando entrar en tu cuerpo . Deseo penetrarte con tal suavidad que en tus ojos se refleje el placer del roce de tus labios vaginales con la piel de mi pene. Mis manos bañaran tu piel de caricias haciendo que las yemas de mis dedos den un rozamiento a tu cuerpo como si te tocase con pétalos de rosa de amor . Con mis dedos indice y medio, llegaré a tu sexo para penetrarlos y verte en tus ojos el delirio que alcanzas. Deseo que se mojen de tu ardiente interior y que alcances un primer orgasmo!-.


- ¡ Ay, mi amor !,- ¡ Ven !. ¡ Deja la poesía que quiero que tu lengua busque mis muslos y mis ingles. Que recorra mi cuerpo empapado y llegue a mi clítoris . Allí que lama los flujos que salen. Que busque darme placer para luego subir hasta mis pechos y se pare en mis pezones hasta conseguir que me sienta perdida en el tiempo por la excitación. Con el gusto que iremos alcanzando, nos embaucaremos de nuevo en la penetración. Tu erecto pene quiero que se adentre en mi vagina pero ahora por detrás. Posa tus manos en mi espalda y dame caricias ardientes para consolar la pasión que esta en mi adentro ! -.


Sus jadeos eran intensos. Ambos estaban inmersos en una fantasía viciosa que los llevaba a una realidad cierta. El hombre se veía moviendo su torso penetrando, con suavidad pero de forma intensiva, aquel culito que se le mostraba jugoso, lubricante, ardiente y fogoso. El ansia de poseerla y darle todo lo que quería era lo esencial de aquel encuentro. Vigoroso y empalmado, no dejaba de mover las caderas . 
- ¡ Cielo, que gusto me das . Quieres más intensidad en el ritmo !-.
- ¡ Si , cariño, al sentir tu fuerza por detrás , se empapa nuevamente mi vagina y pronto mi orgasmo llegará . No te detengas hasta que suframos el desmayo por un placer mutuo !-.
- ¡ Mi amor, ya no puedo más. Ven , toma mi pene en tu boca !- 


El liquido viscoso no sabía de pausas . Salió caliente como el ambiente que se desplegaba por aquella habitación. 
- ¡ Derrama tu liquido en mis pecho. Así notaré lo caliente que está tu cuerpo !-
- ¡ Si, cariño !.-
Concluido el orgasmo deseado, las palabras se volvieron normalidad hasta que la despedida los llevó a un próximo encuentro.


La tarde seguía con la calor intensa. Su pensamiento se evaporaba por los lugares anhelados. La computadora no daba indicios de que alguien había hablado porque nada había acontecido ni nada se reflejaba en la pantalla.
El hombre se restregaba sus manos en los ojos. Todo le causaba dudas preguntándose sin respuestas. ¿ Qué había ocurrido ?. ¿ Sé había quedado dormido para inmiscuirse en un sueño que le había llevado a hacer el amor con una mujer ?. ¿ Había sido realidad en la computadora y después se quedó dormido ?.





lunes, 21 de mayo de 2012

Un principio de amor.

Al llegar a su casa, el nerviosismo oprimía mi lógica . No reaccionaba a los estímulos que deseaba recibir en aquella noche fría con un viento que calaba hasta lo más recóndito de los huesos. Con un simple toque, la puerta se abrió deslumbrando mis ojos por la belleza que tenía enfrente.
-¡ Qué frío hace !- 
Perdón , - ¡ Buenas noches !- 
Su sonrisa apagó mi nerviosismo haciendo de mi figura un ser repleto de ternura ante aquellos ojos castaños y vivaces. Cerré la puerta de la casa. Ella caminaba con tal elegancia que su contoneo me mostraba la sensualidad que poseía su cuerpo. Su pelo largo me atrapaba llamando a mi corazón a tenerlo entre mis dedos toda la noche. 
-¿ Quieres tomar algo ? -
Su voz era tan dulce que sólo apetecía besarla para beber de su boca el alcohol que me liberase de la tensión de hacía unos momentos. El simple hecho de inclinarse al coger la botella de whisky en el lugar donde estaba , me produjo un gran impulso que hizo estremecer mi cuerpo. Una grata sensación fue contemplarla y comprobar que estaba preciosa con su vestido rojo y negro que se había puesto para aquella ocasión. Su descote exhibía dos pecho sugerentes en lo que quería ya perderme.
- ¡ Echa el whisky que desees, así entrarás en calor! ; - ¿ aún no has conseguido perder el frío a pesar de estar bien cerca del fuego ? -
- ¿Cómo debía tomar aquellas palabras ?.- ¿ Sé había dado cuenta de que no paraba de mirarla y poner mis ojos en su descote ?-
- ¿ Notaba que tenía frío a pesar de estar sentado frente al fuego ?  - El silencio había invadido aquella calurosa habitación. 
Al volver de su cocina, ella traía un vaso . Con su mano hizo el gesto de que tomaría un poquito también . El brindis nos acercó. Las miradas fueron desinhibiendo aquel ambiente creado por el  frío de un invierno lleno de crudeza.
Las palabras se conjuraron para buscar diálogos entre las risas , la distinción y la melancolía de momento. Ahora era el calor quien iba cubriendo mi cuerpo y me sentía tan bien aclimatado que era como si no fuese mi hogar de todos los días.
- ¿ Sabes que me encanta estar contigo y pasarlo así de bien ?-
Sus labios tomaron camino de mi boca. Me latía el corazón con tal ritmo que provocó la excitación de mi cuerpo. Era la señal deseada desde que salí de mi casa. Ya todo era como un juego conocido.
Mi mano acariciaba su pelo largo. Mis labios no dejaban de besar su boca y desplazarse por su cuello. Sus ojos, sus mejillas, su nariz....mis besos producían un manjar de sensaciones a aquella chica que estaba entregada al amor que ambos deseabamos desde la primera vez que coincidimos. Mi mano seguía desplazándose por su piel hasta llegar a su pecho. Su pezón erizado significaba que su excitación le llevaba a mundos apetecibles. Ya nada nos detenía. 
El juego amoroso fluía en aquella calurosa habitación. Los cuerpos desnudos se complacían con el roce. Los movimientos del cuerpo de la chica producía un éxtasis sublime en mi entregado y plácido cuerpo. Con sus manos acariciaba mi piel y me sumergía en el placer . Me movía para darle lo que ella me había entregado. Era compartir el deseo, el frenesí y el llegar a alcanzar un orgasmo de extenuación suprema. 
El abrazo final hizo que lo anhelado se consiguiese. Los gemidos, el ímpetu de los movimientos, los latidos de los corazones, la fogosidad y el ardiente deseo de sexo nos sumió en un letargo tras la culminación del acto placentero.
Una sonrisa, un gesto...cualquier cosa surgida de las complacidas caras nos llevaba a un beso que era como un regalo por lo acontecido.
Poco a poco la desnudes de dos cuerpos apasionados fue desapareciendo tras cubrirse porque la noche no sabía de pausas. Era tarde pero todo había pasado muy rápido.
- ¿ Nos vemos mañana ? -
- ¡ Sabes que yo estaré aquí. Si vienes lo pasaremos bien ! -
Camino de la puerta los besos no dejaban de sonar. Las bocas fundidas en la pasión, no hacían mencionar palabra alguna. Un último beso fue la despedida.
- ¡ Hasta mañana ! -
- ¡ Qué duermas bien !.
 - ¡ Y tu también ! -
Con su cabeza asintió y su mano se elevó para darme el correspondiente saludo.
De regreso a casa, el frío penetraba en la piel que no estaba cubierta. Todo había salido maravillosamente a pesar de los malos presagios de un principio.
La noche dormía. Todo era felicidad en mi frío rostro pero estaba contento y dormiría con sueños llenos de bienestar.


- Diario-