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martes, 12 de noviembre de 2013

Pasión en la Universidad - 3 -

   Poco trayecto había desde la ciudad a la universidad pero fue ponerse en marcha y los ojos se me cerraron. De pronto, una dulce voz me llamaba y me movía el hombro. Ante la agitación, abrí los ojos alejando de mi mente aquel sueño en el cual me encontraba. Mirarla fue ese baño agradable que sosegaba el cansancio de mi cuerpo por la noche vivida.
- ¿ Se encuentra bien ?-
Sus palabras dieron calma al sobresalto inicial. Me sentí aliviado por la sonoridad de aquella voz que se preocupaba por mi estado. Volvía a mirarla y al contemplarla veía el más grato despertar de un día maravilloso.
   Ante su preocupación, contesté que si estaba bien, sólo que había dado una cabezada pues la noche no había sido muy apropiada debido a la comida. Me excusé con esa ocurrencia para salir de la curiosidad de la chica. Mis palabras calmaron a la joven, aunque , no se movió ya de mi lado hasta llegar a la estación de la universidad. Su acercamiento me había despertado. El olor que desprendía era algo formidable con su perfume expandiendo naturaleza viva.
- ¡ Gracias por despertarme a tiempo. Todos se habrán reído mucho al verme dormir !-
Tanto ella como su amiga se sonrojaron dando muestra de que había sido así. Ella contestó que no había que darle importancia. - ¡ Hay mucha gente que se queda dormida y los mismos alumnos lo despiertan en solidaridad !... La bonita sonrisa volvió a llenar su boca.
Sin pensarlo le mencioné tomar un café. No sabía si tenían clase...después reflexioné, - ¿Tenéis clase ?- . Ella dijo que no e hizo callar a su amiga con una mirada asesina...su amiga, visto con el énfasis que lo dijo, comprendió lo que deseaba, a lo cual respondió que ella tenía que ir al lavabo y a sacar unas copias..
-¡ ahora regreso !-
   Como sabiendo bien la lección, la joven no regresó. Ella tomó un zumo de piña mientras yo me tomé un café doble para alejar de mi el sueño. La dejé que preguntase primero: - ¿ Qué cenó para que le causase el malestar ?. Antes de nada, le dije que no se dirigiese a mi con el tratamiento de usted pues me hacia mayor y era una situación incómoda.
La conversación fue sucediendo con sonrisas y un ambiente grato. Su simpatía fluía y a mi me llenaba su juventud en general. Todo era perfecto hasta que vi llegar a Leonor...allí estaba como había dicho. En cuanto llegó ante nosotros, me excusé echando esas mentiras que no son molestas pero te hacen pasar del momento de angustia... a la joven la veía como se sonreía y se llevaba la mano a la boca para detener la tos que le entró. Sabiendo que estaba de más, se disculpó diciendo que tenía que ir al baño y hacer copias para la siguiente clase...la vi marcharse y me guardé las ganas de decirle:  Te quiero.
   La jornada transcurrió con la normalidad de todos los días. El sueño, llegada cierta hora, me podía y tuve que cambiar el ritmo de la clase para no quedarme dormido... La última hora no había clase por unas circunstancias que ni me enteré ni quería enterarme. Sólo quería volver a mi casa y dormir un buen rato. Ya de vuelta, esta vez tomé el tren...mi amiga Leonor tenía que quedarse a cumplimentar unas cosas y no regresaría hasta más tarde.
 
En el tren me encontré con ella. Iba sola en esta ocasión...para mi fue como despertar del letargo en el cual me hallaba. Comenzamos a charlar y el trayecto se me hizo demasiado corto...Sin pensar mi pregunta, me lancé a decirle que si deseaba tomar algo antes de ir a su casa. Ella aceptó. Su mirada era intensa y penetrante. Me provocaba ganas de besarla cada vez que tomaba la palabra...era una joven con unos pensamientos muy amplios y con rotundidad en cuanto a lo que decía y opinaba.
   Cuando estás bien, que ligero pasa el tiempo....
Ella reaccionó al ver el reloj. Ya debía de estar en casa...quise acompañarla pero sus palabras fueron que vivía cerca de allí y que no había peligro en ese lugar ya que todo era muy tranquilo. La vi marcharse....de nuevo mi deseo era decirle que me había embrujado. Me contuve nuevamente. Llegué a mi piso para caer rendido en la cama...me dije que no me levantaría hasta que mi cuerpo sintiese la fatiga de estar en la cama.
La chica se giró para despedirse. Ella sentía en su adentro algo que no había percibido en otros días, ahora si le volaban esas mariposas en el estómago que tienen un significado concreto.
   Al llegar a casa, la normalidad de siempre revoloteaba por la paredes. Almorzó y decidió echar una siesta. Aunque no durmiese, estaría tendida que es lo que le apetecía. Su pensamiento sólo iba en mi sentido. Negaba con la cabeza, aunque , el corazón la incitaba a buscarme nuevamente. Se encontraba en una relajación tan estupenda que se evadió de la realidad. Al mismo tiempo que nos uníamos en una isla paradisíaca, su mano comenzó a deslizarse por el cuerpo desnudo. Se pellizcaba los pezones y apretaba toda su teta al completo por una mano que no cesaba en propinar un gusto estremecedor en ella. Culminada la acción, las dos manos se dispusieron en acariciar el cuerpo desnudo de la joven. En las caricias, veía mi imagen sobre ella. Al masturbarse , noto gran placer como si mi pene fuese entrado en su cuerpo...tenía ganas de estar a mi lado y también, de besarme. Dentro le hervía la sangre lo que la llevaba a masturbarse con más ímpetu. Los sudores le llenaban su piel .Con delicadeza se infringía un placer fuera de lo común...en un movimiento se alzó para coger de su mesa de noche un consolador, ya hacía tiempo que lo tenía y le encantaba meterselo. La punta del aparato lo restregaba por su clítoris para después llevarlo hacía la abertura que ya tenía su vagina.
   Cuanto más se daba, más frenesí iba alcanzando. Los movimiento los intensificaba con el consiguiente suspiro jadeante que salia por su boca. No paraba de meterse aquel consolador...la humedad de su coño no tardo en aparecer y dar síntomas de la pasión que le estaba entrando. De su vagina pasó, de nuevo, al clítoris, y de ahí, a su trasero. El orificio anal esperaba ser penetrado con el furor del momento que iba transcurriendo. Con gemidos intenso se contenían. Ella aplicaba más intensidad hasta que quedó rendida, exhausta y con gran deseo en su rostro...tras padecer aquel delicioso acto lujurioso, calló rendida en la cama. Su sueño divagó por el sexo a mi lado haciendo el amor en todas las posturas que más satisfacción nos daba a ambos.
   Así se pasó la tarde. Al bañarse, otro tanto de lo mismo pues quería que estuviésemos fundidos cuerpo a cuerpo haciendo el amor. Ella se masturbaba. El agua la hacía correr por su cuerpo para notar las mejores sensaciones y llenarse de placer. La cena la pasó sin mucha participación en la unidad familia y tras hacer los deberes, se puso a buscarme por las redes sociales. Mi nombre aparecía en Facebook y twitter. Al verme, la alegría le encendió los ojos e inmediatamente pidió ser agregada. Si rápido me encontró, más rápido fue aceptada....Hola apareció en el chat. Ella quedó sin saber que hacer hasta que contesté a mi saludo. La conversación fue comiéndose las horas hasta que hubo que cortar porque era bien tarde.
   Con gran alegría, ella comenzó su intento de dormir. Fruto de la euforia, sus manos no pararon de tocar su cuerpo desnudo. La masturbación la hizo caer rendida...el sueño al final le pudo y quedó saboreando un día que para ella había sido maravilloso.

1 comentario:

  1. Que bien escribes, no puedo evitar decirtelo siempre aunque suene repetitiva.

    Entiendo esa atraccion y esa excitacion por parte de ella, porque con mi pareja actual sucedio algo asi, aisss que recuerdos

    besitos desde mi islita

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