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miércoles, 23 de enero de 2013

Placer...


Siente que me aproximo a ti, que busco tu abrazo y esos besos que tu boca espera de mis labios.
Nota como las caricias recorren tu cuerpo, cómo mis manos se detienen en tus pechos e infligen unos intensos masajes. Los aprieto y mis manos recorren cada palmo de tu desnudo pecho.
Suavemente toco tus pezones, están duros y me gusta. Los chupo y los lamo.
Te escucho emitir los primeros gemidos. Estás tan bonita con esa cara de placer que me lo transmites a raudales plenos para colmar mi sexo de plenitud.
Bajo lentamente por tu vientre. Mi lengua que quiere darte una sensación altamente evocadora de frenesí.
Tu cara gesticula victima de la excitación que vas alcanzado. Te miro....
 Mis manos se desplazan hacia esa intimidad que me espera. Abres las piernas y tu vagina late, desea mis caricias y mis besos. No la hago esperar. Propago mis besos en los labios vaginales y el estremecimiento te acoge.
Se te altera el cuerpo embriagado en el ímpetu de los gozos. Se produce un estremecimiento en la piel . Tu bello se eriza victima de la masturbación que propina mi lengua en tu clítoris y gimes.
Seguidamente mis dedos te penetran. Te escucho suspirar intensamente y fluyen los jadeos.
Noto como vas alcanzando unos estados de felicidad profundos y eso lo refrendo dando más intensidad a la penetración en la que estoy sumido.
Me levanto y hago que tu boca vaya a mi polla. ¡¡ Chupala cariño !!
Al tenerla entera en tu boca siento como se desgarra mi pasión. ¡ Sigue , sigue amor !
Eres una mujer llena de pasión y así me lo trasmites.
Me provocas estímulos increíbles. Me hace ser un volcán sexual.
Ahora, te levanto. Agarro mi polla y te penetro. Las primeras sacudidas son muy suaves y te gustan pero quieres más, mucho más. Quieres que te penetre intensamente, que te haga ver las estrellas del amor. Nuestras miradas se cruzan y sonreímos fruto de lo entregado.
Te giro y te follo por detrás. Tu ano se abre deseoso de ser penetrado.
Mientras acontece, tus dedos penetran tu vagina. Eres una fuente de deseo que quiere alcanzar el mejor orgasmo posible.
Los movimientos se hacen incesantes, continuos y placenteros.
Te cambio de posición y vuelvo a follarte por tu vagina. Estamos frente a frente. Me estás colmando de frenesí y quiero correrme dentro de ti...
La intensidad es plena. Estoy agonizando dentro de tu cuerpo. No quiero que acabe. Tus dedos me pellizcan los pezones y buscan mi boca jadeante...pero ya no puedo contenerme y me corro dentro de tu vagina.
Inmediatamente, tu boca va a mi polla y lame mi leche calentita que sale a borbotones como la lava del volcán. Te gusta mamarla con la leche saliendo...
Acabamos placidamente en la cama disfrutando del amor entregado y sonriendo mutuamente...¡ qué placer alcanzo cuando estoy contigo !.

lunes, 21 de enero de 2013

caricias y amor...y II

   Ella empujaba. Todo su cuerpo quería absorber el calor que desprendía aquel cuerpo adorable que estaba  bajo su desnudes. Sus manos recorrían su pecho. Estaban calientes , aunque se diría que su estado era un volcán en erupción. La sucesión de posturas fue aconteciendo para así ir aliviándose de la intensidad infringida en cada posición. Las acometidas del hombre buscaban ir estremeciendo lentamente todas las partes que no habían alcanzado alterarse, aunque se podían decir que eran pocas. Atizaba el fuego interno de tal manera que tenía entregada a aquella fuente de placer; todo lo requerido le era complacido. Su belleza aumentaba con el paso de los segundos...estaba alcanzando una plenitud subliminal consecuencia de las frenéticas penetraciones, la ternura en las caricias y la maestría en la forma de besar.
   Su río emocional se intensificaba y la sangre le hervía en las venas. El cuerpo de ella recibía un gusto exacerbado, delirante, pleno. La humedad le iba cubriendo toda la textura de su vagina. Quería más, mucho más y así se lo hacía saber a aquel hombre entregado. Cada movimiento del pene masculino hacia adentro la llevaba a los gemidos más alarmantes. Las convulsiones le sacudían desde el interior de la vagina hacia afuera expandiéndose por toda su piel. No se contenía. Gritaba con una sensualidad que era un foco sexual activo en el acto amoroso. Se retorcía tocando sus pechos y llevando sus manos hacia su cabeza para acariciar su pelo.
Poco a poco fue vislumbrando como él posicionaba su boca en sus pechos. Tocar sus pezones le provocaba un arrebatador escalofrío  Era un chorro incesante de estímulos y más cuando la boca fue lamiendo todo el alrededor de los pezones. No se detuvo en esa parte de su desnudo cuerpo sino que pausadamente iba a la búsqueda de su cueva de amor. Sus dedos propinaban un intenso masaje por su espalda abajo hasta llegar a su sexo humedecido. Fue ese instante cuando su respiración se volvió entrecortada. Discurría frecuencia emotivas por todos los músculos. Ella agarró su cabeza y sin más llevó la boca del hombre a su clítoris que lo esperaba para ser lamido, chupado y cuanto quisiera hacer con aquella mano que deambulaba por su entrepierna.
   El contenía sus jadeos besando aquella ardiente vagina. Aquel olor, aquella fragancia corporal lo excitaba. Suspiraba de deseo. Levantaba la cabeza y miraba las expresiones que alcanzaba aquella maravillosa cara femenina. Unos gestos que lo volvían a conducir a seguir provocando más placer a su dama de noche. Cuanto más intensidad daba a la penetración por parte de los dedos, ella hacía más fuertes los suspiros; el estado que la acogía la conducía a un delirio maravilloso y no quería que acabase. Ya no era sólo un dedo sino que notaba como dos dedos le abrían los músculos vaginales. Era fulminada en toda regla por unos incipientes dedos que querían llegar a hacer que la mujer alcanzase un ansiado orgasmo. Los contoneos, los gestos y los espasmos sexuales le provocaban alcanzar un gusto anhelado. Ahora si percibía el caudal orgasmico. La sumisión la desbordaba y la lava del placer le salía a borbotones. La convulsión afloraba y no podía contenerse más. Su cuerpo estaba caliente, le ardía su vagina, su clítoris era un manantial de líquido fluido del interior de su sexo.
   De su boca salió un grito fruto de la satisfacción alcanzada. Quedó abrazando la cabeza de su acompañante dando rubrica al placer que le recorría todo el cuerpo. Había conseguido un orgasmo pleno y se sentía como si volase por el cielo del amor.

viernes, 18 de enero de 2013

Caricias y amor....

   En la parte interior del muslo, las caricias iban deslizándose con suavidad hacia arriba. El calor iba surgiendo por todo su cuerpo y la piel recibía esos efectos estremecedoras que la cubrían de maravillosos estímulos. Estaba impaciente. La lentitud de aquellos dedos que surcaban por su desnudes la tenía en una profunda desesperación pues deseaba el ímpetu que la hiciera acoger un placer sobrecogedor.
   Ante el contoneo, los dedos recorrieron los labios vaginales. La espera los había cubierto de un ardiente estado. Ella se sentía arder por dentro con simples roces. Quería padecer el fuego interior, la vivacidad sexual más reconfortante y humedecerse fruto de la pasión de aquellos dedos que la estaban llevando a un paraíso lleno de fantasía amorosa. Sin pensarlo, arqueo el cuerpo. Empujaba hacia la mano para notar como los dedos penetraban en su sexo.
   Pacientemente él no se aventuró a lo codiciado por ella. Quería inquietarla y así producirle esa tentadora excitación que da lo anhelado . En su mirada hacia los ojos de su amante notaba como hablaban; era una incitación a lo que pretendía, a lo que ella quería recibir sin mas preámbulos. Su interior acogía el mayor de los diluvios lujuriosos y no anhelaba más caricias, sino ser penetrada. El correspondía con su sonrisa morbosa sabiendo lo que hacer y viendo como se inquietaba. Estaba embriagada en amor. La calma precedía cada frotación en su vagina , en el clítoris y en la penetración hacia el interior de su sexo. La impaciente mujer se movía vigorosamente. Sus palabras le pedían más intensidad.
   Mientras ella disfrutaba de lo que le provocaban aquellos dedos, él se regodeaba en las expresiones de su cara. Contemplaba como cerraba los ojos en un entusiasmo reconfortante, como el éxtasis iba surtiendo efectos en todo su regocijo. Sus pezones estaban erguidos, duros y listos para ser chupados y lamidos. Esa calma de la que disponía en un principio, ya se fue evaporando. Ahora comenzaba a estremecerse él también, pues su pene así lo denotaba. Su mano humedecida con el flujo que salía de adentro de la vagina lo había hecho alterarse. Su miembro cada vez iba alcanzando las proporciones que la acompañante deseaba. La masturbación que recibía era algo formidable. Ya su respiración se alteraba y los latidos se volvían intensos.
Al percibir el avanzado grosor del pene de su acompañante, se regodeaba en el fuego que la abrasaba desde el cabello hasta los dedos de los pies.Su cuerpo era un foco seductor, sensual e impregnado en una fogosidad encantadora. El placer la sobrecogía. Estaba disfrutando aunque deseaba más...Aquellas caricias, aquella boca en sus senos, en sus labios, en su cuello....aquella lengua que le infligían un placer supremo la estaba llevando a lograr ese orgasmo cautivador. A cada penetración de los dedos, sus piernas levemente se separaban más. Sus labios sexuales, su clítoris ..todo albergaba un acaloramiento profundo. Los suspiros combinados con gemidos así lo verificaban. A las miradas provocadoras del hombre, ella respondía atraiéndolo hacia su boca para besarlo con plenitud. Sin emitir palabra alguna daba la sensación de pedir que ya fuese penetrada. Ese miembro que tenía en su mano estaba listo después de la intensa masturbación. El río de gozo la bañaba completamente y lo provocado por los dedos era algo lleno de fantasías pero quería sentir la dureza de aquel pene erguido.
Con el pensamiento puesto en lo que debía hacerle, encontró lo deseado. Fue un momento de un esbozo de gemidos continuados . El grosor de aquel pene se deslizaba por su vulva desgarrando las paredes vaginales. Ese primer grito aglutinó toda la espera y lo deseado. Entraba y salía muy dulcemente. Buscaba profundidad y hacer que aquella belleza padeciese los más gratos impactos sexuales.

continuará...

domingo, 13 de enero de 2013

Estar a tu lado...


Me late el corazón al estar a tu lado,
un suspiro, un deseo...todo lleva a tu cuerpo.
Siento que me acaricias, 
que excitas mi pene llenando de un descontrolado lo que soy 
aunque es lo que requiero de ti.
¡ Tócame !,
masturba la pasión que desea engrandecer contigo.
El roce de tus senos en mi pecho 
me hace soñar con tu dulce latir.

Poco a poco 
haces que lleguen las ganas de eyacular.

Con tu vagina humedecida entro en la seducción,
en tus pezones poso mi lengua 
deseo besarte sin descansar...
serán tus gemidos de placer
el éxtasis que nos llama al amanecer.
¡ Fóllame !,
dice tu boca sobre la mía.
¡Penetra en mi y llena mi cuerpo de tus sensaciones!,
susurras con ilusión.

Me encuentro amarrado a tu cuerpo
lleno de tu aroma de exclamación.
Tus pechos son mi frenético pensamiento,
con caricias suaves te doy mi pasión....
mi boca empedernida en tus pezones
loca se vuelve de satisfacción.
¡ Lame mi polla !,
son mis palabras al sentir tu boca en mi.
Con delirios que me llevan a la luna
haces que me corra adosado a ti.

Mi boca en tu vagina te dará vida,
mi boca jugará con tus labios sexuales...
un juego en tu clitoris divino
para que sientas todo tu cuerpo enaltecido
correrse de placer al amparo de mi abrigo.
¡ Te quiero , corazón !,
repitamos el juegos hasta que llegue el sol,
quiero darte mi pasión hasta que nos deslumbre el amor.

sábado, 5 de enero de 2013

Quiero hacer el amor - y II -


Mi cuerpo se sentía animado pero mi mente supo reaccionar sin vacilar un momento.
- ¡ Te pasa algo !-.
El llanto afloro en tu rostro y te sonrojaste. Salimos del bar para dar un paseo. Las palabras que salían de tu boca relataban una vida apática y sin alicientes. Llegamos a ese lugar que me daba intimidad . Sin pensarlo te dije - ¡ aún quieres follar conmigo !.
Un gesto afirmativo dio la respuesta deseada. Abrí la puerta del portal y nos adentrarnos en el pasillo que llevaba al ascensor. Los besos y caricias hacían que nuestra pasión ardiese de emoción. Quería devorarte a besos y tocar todo tu cuerpo, estaba fascinado con tu respuesta y el agradecimiento era besarte y comerte la boca. Mi mano toco tu entrepierna. Sentí como ardía aquella vagina que estaba deseosa de sexo. Al tocarla, unos gemidos de placer salieron de tu boca, esto hizo que más intensamente tu boca se posase en la mía . Besabas con una intensidad aguerrida y todo llevaba a que nuestras lenguas se enredarse en un juego maravilloso.
Por fin llegamos al piso.
¡ Estábamos solos, no te preocupes por nada. Nadie vendrá a molestarnos !.
Mirándome a los ojos me dijiste que teníamos una hora por delante .
¡ Demuéstrame lo que eres capaz de hacerme !;
Inmediatamente comencé a desnudarte en el salón.  Cada botón de tu camisa era como entrar en un profundo misterio pues deseaba hallar el mayor tesoro tras la ropa . Te miraba cautelosamente mientras te despoje del sujetador. Tu cuerpo apareció desnudo. Era una piel bellísima y comencé a besarte. Tus pechos  grandes y bonitos me conducían a un lugar donde perderse. Aquellos pezones erguidos estaban llamando a ser besados. Tu cintura era maravillosa y tu culo aparecía de sueño tras caer la falda.
- ¡ Ya veo que te gusta llevar al aire tu rajita ! -
Tu sonrisa reflejaba el apetito sexual . Giraste tu cuerpo para encaminarte hasta la habitación : - ¡ Tienes miedo !.
Al entrar en la habitación , me desnude sin más preámbulos. Tus besos me producían mucho placer. Iban recorriendo todo mi cuerpo para llegar a mi pene. Allí detuviste tus acciones , tras contemplarlo erecto lo llevaste a tu boca. Por todo mi adentro corrió una sensación innombrable, el suspiro no se hizo esperar al contacto de tu lengua en el glande. Lo lamías, chupabas con una destreza que me tenía embriagado de tan sutiles sensaciones. En aquel momento, de tí consentía todo cuanto me hicieras...Yo también quería recibir de ti. Te induje a que hiciéramos un 69. Requería absorber cada gota de aquella raja humedecida que estaba deseosa de ser penetrada.... Tu chupabas y yo lamía . La excitación iba en aumento.
   Todo el malestar que nos albergaba en el bar fue desapareciendo y allí estaban nuestros cuerpos deseosos de sexo, pasión y cuando diese esa hora que nos habíamos marcado.
¡ Cambiemos de posición. Me pondré encima !
Con maestría, tu mano condujo mi pene hacia el agujero de tu vagina. Juntos esbozamos un primer quejido de placer. Los movimientos fueron cautelosos. Estaba fascinado contemplándote mientras te contoneabas encima de mi cuerpo. Te movías de forma embriagadora. Tocaba esos pechos hermosos que me seducían. Todo el aroma de tu piel en mi cuerpo se expandía... Era como estar en el Paraíso.
   Follamos sin descanso tanto por delante como por detrás. Con intensidad y con templanza. En un momento ya de culminación te dije que me iba a correr, a lo cual te incorporaste sobre mi para meter mi polla en su boca.
Ya no podía contenerme más . Quería correrme de gusto sobre sus tetas erguidas. Con dulzura frotabas mi leche sobre su cuerpo como si la pasión fue sido correspondida... Nos fumamos un cigarro para saborear cuanto habíamos dado y lo acordes que se sentían nuestras mentes tras hacer el amor.
   Llegaba la hora de marcharse. En el ascensor nos besamos pero ya el modo era diferente. Era sensación de haber encontrado a alguien maravilloso. No eran besos de atracción sexual, sino algo distinto. Así lo decían también las miradas .
Al llegar a la calle , nos despedimos y te dije que si volvería a verte.
¡ Me encontrarás en el bar donde nos hemos conocido !.
Con un beso nos despedimos para irme como un chico con un regalo de cumpleaños. Fue increíble todo lo que me había pasado en pocos momentos....
Aquí estamos de nuevo, juntos como el primer día y esperanzados que sigamos unidos por mucho tiempo viendo pasar los días hasta que solucionemos cada cual su problema personal para quedar unidos para siempre.