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sábado, 14 de septiembre de 2013

Pasión en el tren.


El café sabía a agua, típico de estaciones de tren. Un sabor amargo me indicaba que no tomase café allí aunque me invitaran. Ahora comprobaba porqué había tan poca gente a aquella hora de la mañana . Solamente una mujer mayor era la concurrencia de aquel bar.
Mis ojos se detuvieron un instante en su persona. Su belleza la hacía ser un mujer apetecible, madura pero con un aspecto joven. Tenía ojos bonitos, pechos seductores que le salían por el escote del vestido negro ajustado que llevaba y unas piernas que me enseñaba con descaro. Cuanto más la miraba más se acariciaba sus piernas para continuar hacia su entrepierna. Era una situación conflictiva. Mi pene que entró flojo se erguía para ponerme en evidencia. Aquella mujer conseguía ponerme cachondo perdido.

En ese momento , entró el tren. Su pitido me bajo del estado al cual había subido. Muy rápidamente salí del bar con mi cartera delante para que no se notase mi bulto entre mis piernas.
Me acople en mi departamento que marcaba mi billete y esperé a que se pusiese en marcha para revisar los papeles de negocios. Estaba conmocionado por la seducción a la que había sido sometido...pero era tan bonita aquella mujer que no me la quitaba de la cabeza. Me recorría por mi cuerpo toda su belleza... aunque se debía calmar mi pensamiento para que se relajase aquel bulto que me delataba. Igual podía entrar más pasajeros o en la próxima estación entrar más gente , no era razón que yo apareciese con mi pene erguido fruto del momento vivido. Me dije que mejor estaría sin compañía. Salí al pasillo para fumar un cigarro y ocurrió lo inesperado. Una voz de mujer se acoplaba detrás de mi. Apareció para decirme : ¿ Joven, me das fuego ?.
Ella estaba allí. La mujer del bar me estaba pidiendo fuego. Me quedé que no sabía como reaccionar: - ¡ No te pongas nervioso que no te voy a comer, hombre !-.
Ella cogió el encendedor ante mi inoperante movimiento y encendió su pitillo.
Con agradecimiento me lo devolvió para entablar conversación.
- ¿ Se ha calmado tu pajarito ?- dijo con voz tierna y dulce.
El sonrojo en mis mejillas hablaba por si mismo. La erección persistente me delataba. Ella sabía que yo la había estado mirando todo el rato... Mientras me hablaba, mi pene se iba engrandeciendo a cada palabra que salía por aquella boca encantadora,  y más, cuando puso su mano en mis partes. Sus caricias me llenaban de un gusto sublime. Ella me cogió mi mano y se la puso en su entrepierna. El goce era maravilloso. Susurrándome al oído, quiso que nos fuésemos a su departamento. La mujer viajaba lejos y había elegido la parte de los departamentos-cama que estaban a continuación de donde yo estaba ubicado. Entramos y colocó en la puerta el cartel de NO MOLESTEN.
Ella me besaba apasionadamente. Sólo pude dejarme llevar e ir a buscar su vagina con mi mano. Aparté su tanga . Mis dedos, índice y corazón, se adentraban en su coñito que estaba humedeciéndose. Mi cuerpo encendido no asimilaba nada. Mi dedicación era darle placer y hacer el amor con aquella mujer de la cual no sabía ni el nombre. Tenía ansias de aquella belleza seductora y ella más de mi visto lo pronto que me quería llevar a la cama.
Su experiencia hizo que sosegase mi ímpetu. -¡ Calma , cariño .Tenemos toda la noche para llegar al orgasmo que deseamos !.
Con rapidez nos desnudamos y caímos en la cama buscando la unión de nuestros cuerpos. Con sus manos puestas en mi cabeza me incitaba a comerle aquel coño que derramaba placer y desprendía tanto fuego como un olor que me atraía. Mi lengua lamía sin parar . Ella , muy habilidosa, se fue girando para poner mi polla en su boca . ¡¡ Como gozábamos en el silencio de la noche !!.

Cuando mi pene se encontraba en su mayor plenitud, se lo metió en su rajita húmeda. Comenzó a moverse sobre mi con movimientos lentos y llenos de lujuria. Mi boca lamía sus pechos y recordaba como se los tocaba ella en el bar de la estación. Esto me hacía tener más intensa mi polla que se abría paso entre sus labios vaginales ardientes.
Mi boca jadeaba. Mi voz se entrecortaba y la respiración se hacía intensa...todo era por los movimientos intensos que ya iba dándome y me hacía alcanzar sensaciones inigualables. Se movía con soltura y elegancia. Sabía cuando parar, cuando ser más intensa. Estaba completamente tan seducido por aquella mujer que no me dí cuenta que habíamos llegado a mi destino.
Inmerso en satisfacerla y en alcanzar lo supremo del sexo, quedé allí follando sin percatarme que tenía que bajarme. El tren se puso en marcha y nuestros cuerpos seguían con los movimientos de placer. Ella se puso de espaldas para que la penetrase por su culo que se abría con esplendor ante mi. - ¡ Sigue , no te pares, no te pares !- me decía con una intensidad apasionada.
De pronto , ya no pude aguantar más y con mi voz entrecortada, le susurre que me iba a correr. Se colocó delante de mi polla para chuparla con maestría, lo que hizo que mi leche se derramase con mas gusto. Me corrí sobre sus tetas . Quedé muerto , inerte ante aquella preciosa mujer que me había hecho feliz .

¡ Siento correrme !. Con su dedo en mi boca, me mandó callar para decirme: ¡ Tranquilo , cariño, tenemos toda la noche para que hagas que yo me corra también !.
El tren caminaba hacia un lugar incierto pues nada era apreciable en mí. Aquella mujer me había hipnotizado de tal manera que había dejado de percibir las horas. Solo la veía a ella...sus pechos y su coño estaban a mi disposición y lograríamos gozar plenamente. Satisfacer sus ganas era mi deseo. Todo en mi era complacerla y así pasamos largo rato hasta conseguir que ella se corriese también.
Cuando llegaba el tren al destino de la mujer , me dijo que era el final. Me besó . Era el beso de la muerte pues sabía que no la volvería a ver jamás.
-¡ Me lo he pasado muy bien contigo , pero debo vestirme que el tren llega a mi ciudad !-.
Quedé desolado porque se iba, además, me percaté que me encontraba muy lejos de mi lugar de destino. Ahora debería volver y dar explicaciones por mi ausencia.
Al besarla de nuevo en el arcén, sentí que mi timidez había concluido. Aquella mujer me había enseñado todo lo relacionado con el placer, los encantos de la pasión y la seducción. La vi marcharse con la elegancia que la había visto en el bar de la estación....siempre la recordaría como una bella canción de amor.

1 comentario:

  1. Sublime,sensual y exitante,como todo lo que escribes y haces en mi ser,palabras q me hacen recordar momentos maravillosos contigo,entregandonos sin medidas,gozando mutuamente de nuestros cuerpos ardiendos y deseosos de sexo,llegando a esa fuente de placer q llevas dentro de ti y derramas en mi.Mmmmm un placer inexplicable.Pronto te esperare en esa estacion y volveremos a devorarnos el uno al otro,hasta llegar a ser uno solo.Eres esa fuente de la cual kiero beber para el resto de mis dias.TE AMO

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