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miércoles, 29 de mayo de 2013

Te esperaba, eras mi sueño...

La noche ha vagado en mi con deliciosas llamadas de amor. Llovía tan cariñosamente que sentía mi cuerpo colmarse de las gotas de lluvia. Una lluvia que la tenía en forma de besos. Era su boca la que acariciaba mi piel...¡ te echaba de menos !. Sólo pensarte, se evadía mi pensamiento en su búsqueda.
El legado que imprimía en mi corazón se extendía por todo mi cuerpo, se ponía, tanto mi intimidad como el bello de mi piel, todo erecto. Su boca recorría los lugares más sensibles de mi torso administrando esa activación clamorosa.
Mi pene ,que esperaba ansiosamente las caricias de tus labios, se ha erguido con fortaleza desmedida al pensar en ella y en lo que hacía cuando estamos juntos. Jugaba con ella, de tal manera, que me enloquecía todo mi raciocinio. Al introducirla en su boca , y llevando su lengua por todo su grosor, quedé desprendido de nerviosismo y la excitación colmó a todas las neuronas de mi interior.
Cuanto más frenesí iba alcanzando, más placer me abordaba. Le cogí su cara de piel suave para besarla. Mis labios se acercaban a sus labios en un beso asfixiante. Me llenaba de ese sabor jugoso, de la suavidad y la ternura cubierta de entusiasmo. Esos labios daban vida y alegría al producirse el interminable beso. Con mis manos, he tocado su piel. Mis yemas de los dedos sufrían el deleite de ese cuerpo desnudo...¡ sería un gozo estar allí contigo !.
Seguía en mi sueño con los ojos despiertos. Ahora, me detenía en esa húmeda vagina que poco a poco anhelaba ser penetrada. Del momento tonificante cuando caía la lluvia, había pasado a necesitar el cuerpo, el amor, la lujuria de mi amada. Ansioso, me devoraba el deseo de propinarle continuos besos genitales e ir provocando estímulos interminables. La observaba. Era una concubina del placer, del sexo...sin más pausa me lanzaba a darle todo lo que deseaba.
- ¿ Te gusta mi amor ?-
   De su boca salían gemidos tentadores. Sus pezones se habían puesto duros como una roca y estaban en todo su esplendor como incitando a ser chupados, estirados y mordisqueados. Sin más pausa , no he dudado y de su entrepierna, mis manos se han ido elevando por su contorno corporal hasta llegar a ellos y allí acariciarlos con templanza.
-¡ Sigue, sigue , no pares !-
    Sucumbiendo al placer que se adentraba en su cuerpo, surgía de su interior lamentos llenos de excitación. Por su piel acontecía unas vibraciones mortificantes que le iban llevando a alcanzar un clímax eufórico. A continuación, dispuse una de mis manos a penetrar el ano que deseaba encontrar las vivaces punzadas estremecedora. Tras estar con el movimiento de entrar y salir, una palmada en su trasero le hacía derretirse en el mayor gusto adquirido.
Recibía sensaciones maravillosas tanto por su vagina con mi lengua, por su ano con una de mis manos y en sus pechos con otra mano. Sensaciones que se reflejaban en su rostro y la estaban llevando a un enloquecer desgarrador. El fuego le iba saliendo por los poros de la piel, así lo corroboraba el sudor en su cuerpo... La felicidad divina corría por su interior como manantial que va hacia el mar.
Sin más preámbulos en el juego de las caricias y los besos que la activasen sexualmente, me he puesto de pie y la he girado para quedar bajo mi cuerpo. Su belleza me ha hecho temblar...estaba tan bonita allí tendida en la cama que era una musa del amor. Cubierta de lujuria frenética, quería que no demorase mucho mi destreza amatoria hacia ella.
-¡ Ven , quiero que me poseas intensamente. Hazme tuya. Seré todo tuya. Quiero una noche de amor maravillosa !.-
- ¡ Mi amor, estás tan bonita que ni la luna puede llegar a compararse contigo !.
Su sonrisa me ha alentado a penetrarla. Mi pene estaba deseoso de sentir el calor de su coño humedecido. El quejido de su boca no se ha hecho esperar. Iba entrando suavemente mientras que mis dedos tocaban su clítoris con el propósito de excitarlo también...sus suspiros han provocado mi delirio, que notase como mi líquido seminal iba fluyendo dentro y como me sentía complacido por aquella mujer.
-¡ Mi amor , follaremos hasta quedarnos unidos por el orgasmos de nuestros cuerpos !-
Sus gestos faciales volvían a ponerme más cachondo . Mis movimientos la hacían vibrar. Sentía regocijo, complacencia, satisfacción por ser penetrada dulcemente y a vez con fuerza e intensivamente. Sin violencia y con ternura , nuestro amor llenaba el cielo de delirantes gemidos de placer.
- ¡ Sigue, sigue, no te pares !- exclamaba con impaciencia.
Mis manos cogían sus piernas para ponerlas sobre mis hombros y así follarla. Buscaba la combinación de posturas y que alcanzásemos el orgasmo deseado.
- ¡ Me apasionan los juegos eróticos ! -
Mis deseos sucumbían al juego pasional. La giré nuevamente y le introduje mi pene por detrás. Ahora un chillido salió de su boca mitad placer, mitad dolor.
-¡ Me gusta , mi amor !-
Con palabras entrecortadas por las penetración que sufría, de su boca salía : - sigue, sigue...no te detengas, corazón.... te quiero. Pero no pares de moverte que me quiero correr contiguo. Quiero llegar a recibir tu orgasmo para yo darte el mio -.
-¡ Si, si, si, mi amor, sigue !-
Su voz se hacia más pausada para mis latidos intensificarse. Ya no articulaba palabra, sólo eran gemidos placenteros. Sentía como las deliciosas sensaciones sexuales iban llenando su cuerpo. Era absorbida por el  amor intenso y frenético. Cuando más cachonda estaba, saqué mi polla de su húmedo ano para introducirla por ese agujero que tanto delirio le daba. Su vagina la abría deseosa de una impetuosa penetración.
¡ Ah,ah, házmelo con rapidez, no aguantaré ya mucho, mi amor !- gemía con un dolor de gusto que te invadía todo tu cuerpo.
-¡ No me detendré, mi corazón, quiero correrme contigo !.

 Nuestros cuerpos estaban bajo aquella copula incesante, con aquel movimiento cada vez más intenso. Mis manos le tocaban tus pechos, le volvía a tocar su clitoris...estaba en ese afán de conquistar el placer y era mi impetu morboso... Movimientos intensos, gemidos delirantes, espasmos de placer, vibración en el corazón.... todo era una locura de sensualidad que nos llevó al éxtasis supremo.
-¡ Mi amor, me corro, me corro, me corro, no puedo contener mi leche ferviente !.
- ¡ Cariño , un poco más que ya me llega a mi también !.
Sin poder contenerme más , saque mi polla para restregar mi leche en su cuerpo. Mientras me corría, mis dedos iban acariciando su coño que humedecido por el delirio se estaba corriendo.
¡ Si, mi amor, si, ahhhhhhhhhhh !- ¡ Me corro, me corro !.
Con nuestros cuerpos, frente a frente, escuchábamos la lluvia caer. La sonrisa hacía ver que el amor se adentraba en nuestros corazones. Habíamos delirado con el ruido de la suave lluvia en un juego sexual muy apetecible.
Mi amor, ven...espero recibirte pronto. No quiero soñar.... Mis palabras a la soledad de la habitación se fueron evaporando hacia el cielo en búsqueda de aquella mujer que me había dado un momento maravilloso.

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