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viernes, 25 de mayo de 2012

Encuentros de amor . - I -

Amor a primera vista.


¡ Si quieres me puedo  quitar mi camisa y ya estamos los dos igual !.
Aquellas palabras habían desconcertado mi mente . Confuso y sin saber que decir, le insinué que tenía calor y que estaba desnudo con solo un calzoncillo ajustado que cubría mis partes intimas. Sin pensarlo dos veces contestó :
¡ Ya estamos los dos igual !. ¿ Quieres comprobar que es cierto cuanto te digo ?.


Era una tarde de ese tiempo que no sabes si es finales de verano o principios de otoño. El calor seguía dando sus oleadas de desasosiego. El tiempo se compartía en transitar por calles desiertas al amanecer y por las noches que comenzaban a refrescar ; escribir poesías de añoranzas pasadas y chatear con gente que quisiese compartir un rato de amistad. 
Sin esperarlo se presentó. Su decisión le había hecho querer saber de la pena que me encubría y alentar a mi corazón a vivir mejores situaciones. Todo ocurrió tan rápido que la situación me desbloqueó de la angustia que llevaba dentro de mí. Con cuatro palabras ya habíamos perdido esa timidez que te aboca a respirar un encuentro distendido.


- ¿ Tu tienes cámara y así nos conocemos ? - 
- ¡ Si , tengo. Pero prefiero no ponerla mucho !. ¿ Quieres que nos veamos en cualquier sitio y así me cuentas de tus palabras llenas de dolor y pesimismo ?


La afirmación fue inmediata. Anoté la dirección y allá me dispuse a ir.
Al llegar a su casa, el nerviosismo corría desbocado por todo mi cuerpo. ¿ Qué hacía  allí sin conocer a aquella persona y que se había desnudado al igual que yo para combatir aquel espantoso calor ?.
Al abrir la puerta todo se me nubló y mi poder de reacción quedo abstraído. Al hacerme dueño de la situación y volver a la realidad, comprobé de la belleza que estaba frente a mi.
Mujer con cabello largo, pelo rubio y castaño, ojos grandes y bonitos, labios sedosos , bajita pero con una estatura normal para una mujer. Su cuerpo no estaba desnudo completamente. Una bata de casa lo cubría dando a ver unos pechos grandes con unos pezones erguidos. Su entrepierna estaba limpia de bello y con solo mirarla , mi acaloramiento fue en aumento. Enrojecido la saludé.


- ¿ Impresionado ?. ¡ Te dije que me pondría igual que tu pero no te he hecho caso y me quité todo, así me encuentro más cómoda . Tengo un rato para estar sóla y lo disfruto como quiero !.


Qué podía decir si mi boca estaba hermetizada. El único que quería hablar era mi miembro que estaba endurecido como si hubiese sufrido una intensa masturbación. 


- ¿ Quieres pasar o me traigo dos sillas y charlamos acá un rato ?....


Mi sonrisa hizo que ella sonriese también. Crucé la puerta y un estruendo dio señal de que la puerta se había cerrado bien. Seguidamente ella dijo:
- ¿ Nene, ni un beso me vas a dar por conocernos. Quieres que nos vayamos al ordenador que me parece que allí estás más suelto ? -


La verdad estaba descentrado por la situación. Sus esfuerzos por darme normalidad iban acelerando mi pulso y mi emoción iba centrando mi pensamiento en la realidad. Quise dar un beso en sus mejillas a lo que ella correspondió con sus labios llevándolos a los míos. Tras el beso de bienvenida, sus palabras salieron de aquella boca con un sabor excitante.


-¡ Nenito, llevo mucho tiempo siguiendo cuanto escribes. No me atrevía a pedirte amistad y la verdad no sé por qué pero notar tu angustia, tu pesar, el dolor en cada letra, oraciones llenas de un sufrimiento perpetuo....son tantas cosas las que he leído de ti que es como si te conociese a través de tus escritos !.-


Nos dirigimos hacia una amplia habitación amplia donde estaba su ordenador, la televisión, una puerta que daba a un patio, al lado estaba la cocina y una puerta que llevaba a lo que serían las habitaciones... En el sofá nos sentamos. Las miradas , frente a frente, hablaban por si solas. Sin más meditación ni pensamiento, me abalancé sobre ella y la besé de nuevo. El temor, la incertidumbre, lo desconocido iba evaporándose para hacerme sentir feliz de aquella situación.


- ¡ Mi amor !. ufffffffff....¡ Ya te me has puesto bravo y has perdido el miedo, ehhhhh. Además , esa pijita está fuerte !. -


Su mano había recorrido mi cuerpo hasta llegar a mi entrepierna mientras nuestras lengua jugaban a sentir un maravilloso placer en el beso dado.


- ¡ Me gustaría que me la enseñases !... ¿ Quieres ?.


Continuará......


--- Darío --

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