Estoy sediento de ti. Quiero absorber
el jugo de tu cuerpo que sale como chorro de placer.
Mi boca te busca culminando en tu
boca el deseo que me corre por mi cuerpo.
Mis labios recorren tu piel
lentamente, te excitas al rozarte con mi lengua , y una inmensa pasión aumenta tus caricias.
Cuando mi boca bebe dulcemente del jugo de tu candente vagina,
siento el fuego palpitante que emana de tu adentro.
Tu cuerpo vibrante es un volcán y
allí dentro quiero sucumbir.
Mis labios descienden suavemente donde
más desea tu mente.

Reposar tu perfumada flor sexual
después de un amor intenso.
Es mi deseo ardiente tenerte en mis brazos y agarrarte
para que no te vayas de mi lado.
Eres mi deseo, mi pasional mujer y en tus pechos de
amor quiero despertar tras fornicar. Quiero mirarte a los ojos y besarte.
Al verlos repletos de amor,
dulcemente me se siente mi corazón por haberte llevado a un frenesí
estimulador.
Tus orgasmos me apasionan y verte
conseguir el clímax en su plenitud es mi delirio.
Tus pétalos vaginales se abren para
embriagarme de placer nuevamente.
Mis sentidos se desarbolan cuando
comienzas a besarme. Entro en ese estado de excitación y te llamo a que
masturbes mi miembro que exaltado te espera.
Estremecido me encuentro contigo. No
quiero dejar que fluya el placer ni que se apague la llama del deseo que te
tengo.
Mis labios comienzan una rítmica
succión acelerando tu emoción. Te estremeces con ansiedad haciendo que tu vagina
de nuevo se engalane con esa humedad que me excita.
Mientras tu cuerpo toco, el deleite te
atrapa.
Mis dedos juegan a darte
gratificantes sensaciones de placer cuando se introducen en tu interior.
Espero ansioso la transformación de
tu rostro marcado por la pasión. Sueño tu deleite lleno de esplendor, lo cual
me conmueve y provoca en engrandecimiento de mi pene.
Eres mi musa y desnuda te miro para
ser mi abanderada del amor.
Me das calor. Me invitas con pasión a
disfrutar de tu cuerpo y se acelera la intensión de poseerte hasta que sucumbas
a la fornicación que te doy.
Sientes el momento culminante y te
apresuras a sentir ese instante.
En un vaivén desenfrenado, con tu
cuerpo caliente y mojado, tus flujos se deslizan y tus gemidos se agudizan.
Un estremecimiento me hace flotar,
y nuevamente me invitas a gozar
porque el orgasmo que te agrada te está abrazando todo el cuerpo.
Eres un mar de placer,
donde mi amor
te hace florecer.
ME LLEVA A MOMENTOS YA VIVIDOS...
ResponderEliminar