En el desayuno, mi amigo se aventuró a hablar el primero y hacer que se evaporase el silencio de nuestros labios. Se dirigió a mi con su cordialidad : - hoy no puedo ir contigo a ver pisos, tengo unas cosas pendientes aunque , ella puede ir si le apetece; además, hace un día estupendo para salir y así os conocéis mejor sin mi presencia - .
Aquellas palabras hicieron que las miradas tanto de ella como la mía se cruzasen sin saber que contestar. Un momento de tensión acogió el silencio. Ella , rápidamente , salió al paso diciendo que no le importaba pues también tenía que realizar algunas compras. La miré. Aquel gesto de sus ojos penetró en mi cuerpo llenándome de dudas.
¿ Por qué lo había hecho ?
Ya en el coche, nos despedimos de mi amigo. Con calma me habló mientras se adentraba en la carretera dirección hacia el centro-ciudad : - Tranquilo hombre, que no te voy a comer.
¿ Por dónde quieres que empecemos a buscar ?.
Sólo mirarla me excitaba con su pelo suelto y llevado por el aire que entraba por la ventanilla del coche. Estaba radiante y hermosa...¿ Hasta cuando me contendría sin acariciarla o darle un beso ?.
Tanto las compras y la entrega de papeles fueron rápido porque todo estaba en la misma zona, lo que más se demoraba era el piso. Unos muy grandes y caros, otros baratos y sin acondicionamiento. Llegado mediodía y tomando un refresco, el teléfono sonó en el bolso de ella. Con cara de aprobación, de sentirse agraciada y cómo si fuese ocurrido algo que deseaba, me dijo que su marido no iría a comer a casa. Inmediatamente reaccionó con ese gesto que ya lo conocía: - le he dicho que nosotros entonces, almorzamos fuera también. Así que hasta la noche.
Tras sus palabras se acercó a mi. - ¿ Qué te apetece que hagamos ?- Su pregunta me desconcertó y mucho más cuando su mano se posó en mi entrepierna. Su sola presencia ya me ponía eufórico, al tocarme fue como un estimulante desenfrenado. - Te voy a llevar a un piso. Lo ves y tu decides si te gusta. Es de una amiga y , si te gusta, ya veremos el precio que te hace. Igual te hace una rebaja -.
Aquella palabras dieron a entender muchas cosas o mi suposición divagaba por las conjeturas. En aquel piso podría ir ella cuando quisiera y , además, su amiga podría obtener también un favor a cambio de un bajo precio...todo era real pero tan maquinado, tan orquestado por aquella mujer que me descontrolaba mi raciocinio.
Hasta ese instante no se había abalanzado hacia mi, pero fue llegar al ascensor y sus brazos me agarraron como unas tenazas amorosas. Sus besos me desorbitaban, su lengua quería llevarla cuanto más adentro mejor y me lamía los labios. Descargaba toda la pasión que contenía. Sin dudar, se agacho y abrió la cremallera para sacar mi pene que erecto estaba. Mi mirada se poso en los números que marcaban los pisos. ¡ Qué mala sensación si se abriese la puerta del ascensor y nos pillasen en aquella acción ! El gusto era tremendo. Lo mismo me la chupaba que me masturbaba con la mano. Su cara era de una fiera sexual que tiene agazapado a su presa. Ella me tenía inmovilizado. Me chupaba mi miembro con intensidad, mis huevos...¡ no sabía si aguantaría o descargaría allí mi líquido seminal !
Tras pensar si me correría o no, ella intensifico el movimiento. Ya no podía contenerme y me corrí en su boca. Me chupaba mi pene con satisfacción hasta que salió las últimas gotas de leche.... Allí estaba yo con la mujer de mi amigo sin saber hacía dónde me encaminaba , aunque lo suponía; sin encontrar piso y retorciendo mi cerebro en lo que estaría pensando mi amigo.
Se levantó, sacó un papel para secarse la boca y sólo insinuó : - ¡ Nene, esto acaba de comenzar, hoy vamos a disfrutar !.
El piso era amplio y viendo el confort tanto en mobiliario como en distribución se diría que aquello no entraba en mi presupuesto. Al mirarme, comprendió lo estupefacto que estaba: - Te digo que ya tienes piso. Está en una zona muy aceptable y te coge cerca de tu trabajo.
Era una mujer calculadora . Como si ya conociese todo por antelación...una llamada confirmó lo del piso aunque se alcancé a escuchar que si el tipo estaba soltero, sin compromiso y que se dejaría catar. Con su cara de aprobación dijo que todo estaba correcto. Se dirigió a mi para decirme que todo estaba hecho con respecto al piso y que sólo tendría que hacer alguna cosita por su amiga.
Con pasos sugestivos y contoneo provocador se acercó a mi. Ahora se mostraba dulce, tierna, sensible y sensual. Sus besos me llevaban a desearla más y más. Le acariciaba su cuerpo, sus pechos, sus gluteos...besaba el cuello y absorbía aquel perfume que tanto me cautivó la primera vez. No sabía hacia donde iba pero estaba con ganas de tener sexo con ella.
La gire y quedó de espaldas a mi. Mis manos tocaban todo su cuerpo y por la cintura la atraía a que notase en su culo la extensión de mi pene. Estaba excitado. Con tranquilidad fui quitando su camisa. Botón por botón fue descubriendo aquellos pechos que era mi deleite. No eran grandes pero tampoco pequeños, su medida era maravillosa para ser bonitos y apetitosos. En ese momento no llevaba sujetador y más fácil quedó desnuda en su parte corporal. Tras tocarle los pechos y los pezones, cintura abajo fui desabrochando la cremallera para dejarla con su tanguita negro. Era toda una belleza verla desnuda. Sólo quedaba por cubrir su coñito y eso duraría poco. Una vez desnuda se tiró sobre la cama : - ¡ Ven, demuéstrame lo que tanto querías hacerme !. Aquellas palabras si que eran una provocación sin medida. Lo más rápido que pude me quité la ropa. Estábamos cuerpo a cuerpo, ¡ cómo había soñado con aquel momento en las noches anteriores !. Los besos fueron la apertura al sexo deseado. Su mano me masturbaba mientras que , con su lengua en mi oreja, me decía : -¡ Te voy a sacar toda la leche que tenga !.
Me deslicé para estar frente a ella y mirarla. Sus ojos estaban cerrados fruto del placer encontrado. Estaba preciosa. Me acariciaba mi pecho, metía sus dedos en mi boca y me besaba calurosamente. Era como si en sus actos me diese las gracias por lo que le había suministrado.
Abrió los ojos y nuevamente me beso. Su mirada lo decía todo, estaba extasiada, llena de placer.
La tarde concurrió follando sin tregua. Los orgasmos se sucedían y cuando la miraba me decía que llevaba razón pues estaba dispuesta a dejarme sin leche en mi interior.
Al paso de las horas, el agotamiento se apoderó de nuestros cuerpos. Había sido una intensidad plena y agotadora, allí tendidos sobre la cama quedamos como exhausto y sin fuerzas.
Ella se dirigió a mi aunque sin levantarse de la posición que tenía: - ¿ Tenías ganas de follarme, ehhh ?
Mi sonrisa habló por mi y ella lo comprendió inmediatamente. Ahora quiero que prestes atención : - El piso es de una intima amiga mía. A mi marido sólo le dirás que has encontrado un piso compartido, qué está bien y que te coge lejos de tu trabajo. También quiero que sepas que te costará algo de dinero aunque no el precio que estipula mi amiga pero....un favor tienes que hacerle -.
Alcé mi cuerpo para mirarla a la cara : - Tema sexual supongo -
Con su cabeza fue a confirmar lo que presuponía. Ella se aventuró a hablarme : - Aquí estarás encantado de la vida y sólo tendrás que echar un polvo con ella en algún momento que lo desee. Ella vendrá aquí y encima hasta te recompensará porque tiene dinero, así que ya tienes piso.
Me quedé mirándola sin saber que decirle aunque por mi gesto fue ella la que habló : - Sobre lo que has vivido estos días conmigo, ha sido maravilloso aunque no me puedo arriesgar a que te enamores de mi porque no sería bueno para ambos. Alguna vez vendré a visitarte como amiga o incluso, ya veremos llegado el momento pero no quiero que me pidas citas, ni teléfono ni nada. Yo te daré el de mi amiga y ella me informará sobre como te va. Sería doloroso tener una relación entre ambos.
Aquellas palabras me llevaron a un profundo silencio. Nos vestimos y salimos del piso como si tal cosa. Al llegar a su casa, mi amigo aún no había regresado. Al llegar le contaría sobre las compras, el piso y el trabajo sin levantar sospechas. Me marcharía de aquella casa al día siguiente porque ya veía en ella algo superior y mi corazón la deseaba. Antes que llegar a enamorarme , me iría hacia mi nuevo hogar comenzando una nueva aventura con aquella mujer que me había dado el piso.
FIN
No hay comentarios:
Publicar un comentario