Mi cuerpo se sentía animado pero mi mente supo reaccionar sin vacilar un momento.
- ¡ Te pasa algo !-.
El llanto afloro en tu rostro y te sonrojaste. Salimos del bar para dar un paseo. Las palabras que salían de tu boca relataban una vida apática y sin alicientes. Llegamos a ese lugar que me daba intimidad . Sin pensarlo te dije - ¡ aún quieres follar conmigo !.
Un gesto afirmativo dio la respuesta deseada. Abrí la puerta del portal y nos adentrarnos en el pasillo que llevaba al ascensor. Los besos y caricias hacían que nuestra pasión ardiese de emoción. Quería devorarte a besos y tocar todo tu cuerpo, estaba fascinado con tu respuesta y el agradecimiento era besarte y comerte la boca. Mi mano toco tu entrepierna. Sentí como ardía aquella vagina que estaba deseosa de sexo. Al tocarla, unos gemidos de placer salieron de tu boca, esto hizo que más intensamente tu boca se posase en la mía . Besabas con una intensidad aguerrida y todo llevaba a que nuestras lenguas se enredarse en un juego maravilloso.
Por fin llegamos al piso.
¡ Estábamos solos, no te preocupes por nada. Nadie vendrá a molestarnos !.
Mirándome a los ojos me dijiste que teníamos una hora por delante .
¡ Demuéstrame lo que eres capaz de hacerme !;
Inmediatamente comencé a desnudarte en el salón. Cada botón de tu camisa era como entrar en un profundo misterio pues deseaba hallar el mayor tesoro tras la ropa . Te miraba cautelosamente mientras te despoje del sujetador. Tu cuerpo apareció desnudo. Era una piel bellísima y comencé a besarte. Tus pechos grandes y bonitos me conducían a un lugar donde perderse. Aquellos pezones erguidos estaban llamando a ser besados. Tu cintura era maravillosa y tu culo aparecía de sueño tras caer la falda.
- ¡ Ya veo que te gusta llevar al aire tu rajita ! -
Tu sonrisa reflejaba el apetito sexual . Giraste tu cuerpo para encaminarte hasta la habitación : - ¡ Tienes miedo !.
Al entrar en la habitación , me desnude sin más preámbulos. Tus besos me producían mucho placer. Iban recorriendo todo mi cuerpo para llegar a mi pene. Allí detuviste tus acciones , tras contemplarlo erecto lo llevaste a tu boca. Por todo mi adentro corrió una sensación innombrable, el suspiro no se hizo esperar al contacto de tu lengua en el glande. Lo lamías, chupabas con una destreza que me tenía embriagado de tan sutiles sensaciones. En aquel momento, de tí consentía todo cuanto me hicieras...Yo también quería recibir de ti. Te induje a que hiciéramos un 69. Requería absorber cada gota de aquella raja humedecida que estaba deseosa de ser penetrada.... Tu chupabas y yo lamía . La excitación iba en aumento.
Todo el malestar que nos albergaba en el bar fue desapareciendo y allí estaban nuestros cuerpos deseosos de sexo, pasión y cuando diese esa hora que nos habíamos marcado.
¡ Cambiemos de posición. Me pondré encima !
Con maestría, tu mano condujo mi pene hacia el agujero de tu vagina. Juntos esbozamos un primer quejido de placer. Los movimientos fueron cautelosos. Estaba fascinado contemplándote mientras te contoneabas encima de mi cuerpo. Te movías de forma embriagadora. Tocaba esos pechos hermosos que me seducían. Todo el aroma de tu piel en mi cuerpo se expandía... Era como estar en el Paraíso.
Follamos sin descanso tanto por delante como por detrás. Con intensidad y con templanza. En un momento ya de culminación te dije que me iba a correr, a lo cual te incorporaste sobre mi para meter mi polla en su boca.
Ya no podía contenerme más . Quería correrme de gusto sobre sus tetas erguidas. Con dulzura frotabas mi leche sobre su cuerpo como si la pasión fue sido correspondida... Nos fumamos un cigarro para saborear cuanto habíamos dado y lo acordes que se sentían nuestras mentes tras hacer el amor.
Llegaba la hora de marcharse. En el ascensor nos besamos pero ya el modo era diferente. Era sensación de haber encontrado a alguien maravilloso. No eran besos de atracción sexual, sino algo distinto. Así lo decían también las miradas .
Al llegar a la calle , nos despedimos y te dije que si volvería a verte.
¡ Me encontrarás en el bar donde nos hemos conocido !.
Con un beso nos despedimos para irme como un chico con un regalo de cumpleaños. Fue increíble todo lo que me había pasado en pocos momentos....
Aquí estamos de nuevo, juntos como el primer día y esperanzados que sigamos unidos por mucho tiempo viendo pasar los días hasta que solucionemos cada cual su problema personal para quedar unidos para siempre.
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