
Notar en mis labios tus besos, mirarte y complacerme porque, al tenerte adosado a mi desnudez, siento que tus ojos brillan como las estrellas en una noche de verano.
El simple roce de tu cintura ya ha enaltecido mi miembro. Todo estaba dispuesto para caer rendidos en los brazos del frenesí. Mi piel deseaba sentir la caricia de tus dedos. La necesidad de placer ha roto el sueño y anhelaba entrar en ese juego amoroso que nos hiciera caer rendidos fruto de movimientos sin tregua. Verte complacida y yo entrado en un delirio desequilibrante es una satisfacción que me une a cada momento a ti.
En los besos seremos placer sin control.
Las caricias llevaran a arrebatos sexuales desmedidos.
Al entrar en tu cuerpo hallaremos la bendición
de las sensaciones más orgásmicas.
El deleite del acto sexual nos liberará los sentidos.
Cuanto se piensa con el silencio de las últimas horas de la noche no se hace realidad si el apetito sexual no se hace presente.

Quería notar como tus labios me besaban y alcanzar un regocijo maravilloso.
Deseaba tocar tus pezones y hacerlos engrandecer para que se pusieran duros para después lamerlos y elevarte a esas alturas que noto cuando cierras tus parpados. Me apetecía esas caricias de tus manos, esa masturbación que me enloquece. Codiciaba esos suspiros cuando te penetro por detrás y consigues un placer ponderoso al igual que yo. Correrme en tu cuerpo era mi aspiración porque se que te llena de satisfacción...pero esta noche todo ha sido en vano y el sueño te ha impedido entregarte a mis impulsos y deseos.
Sin tu cuerpo siento la ausencia del placer.
Nada me satisface cuando tus besos se evaporan en la noche.
Siento que no seremos rociados por juego sexual
y la abstinencia provoca pensamientos indebidos.
Te busco y el rechazo me desalienta.
Te busco y tu presencia es solo sueño.
¿Que ha sido de esa fogosidad
y de esos placeres que alcanzabas en el pasado ?